La Copa del Mundo, en lo más alto de la palestra
Cuando el balón se puso en marcha en la cancha del Estadio Morelos de Morelia, Michoacán, aquel memorable sábado 18 de junio del año pasado para arrancar con el Campeonato Mundial Sub 17 de la FIFA, México 2011 con el encuentro entre los anfitriones y el aguerrido conjunto de Corea del Norte, resaltó la figura singular de un joven rubio a quien le habían asignado la responsabilidad de portar el número 9 sobre la espalda, el del goleador letal ante la portería contraria.
A la distancia, las cualidades eran las adecuadas para actuar como hombre de área, desmarque, movilidad, juego con o sin balón, buen remate con la pierna diestra, lucha, pundonor, inteligencia y una técnica más que decente a la hora de conectar el balón con la cabeza. La confirmación de estas virtudes se dio en este mismo encuentro, cuando el muchacho haciendo gala de una técnica individual destacada bajó un balón con el pecho dentro del área coreana y remató el esférico en el área para mandar el balón al fondo de las redes y hacer erupción las emociones e ilusiones de toda una nación que anhelaba ver a su equipo en casa nuevamente campeón.
El grito de gol de Fierro, Carlos Fierro inundó los corazones de una gran cantidad de mexicanos, quienes desde ese momento le otorgaron al sinaloense un ángel grande, tan grande como el tamaño de sus ilusiones por jugar al futbol y alcanzar el título mundial. El primer paso estaba dado al dejar tendidos en el terreno de juego a los norcoreanos.
Quienes siguieron de cerca la historia saben que así sucedió cuando el cuadro mexicano venció en fila a la República del Congo, Holanda, Panamá, Francia, Alemania y finalmente Uruguay para proclamarse los Campeones del Mundo Sub 17 en el 2011 y Carlos Eduardo Fierro Guerrero se convirtió en uno de los artificies con sus cuatro goles anotados y el Balón de Bronce del Mundial bajo el brazo en la inolvidable escuadra mexicana dirigida por Raúl “Potro” Gutiérrez.
Chivas la cuna futbolística, tras los pasos y el cuidado de su Ángel… la fuerza que lo impulsa
A pesar de su exquisita exhibición en el Mundial Sub 17, el “Güero” Carlos Fierro ha forjado su carrera futbolística en el rico territorio de Verde Valle, el mismo donde han nacido grandes figuras como Salvador “Chava” Reyes y Javier “Chicharito” Hernández sólo por mencionar algunos.
Llegó siguiendo los pasos de su gran ídolo en la vida, Gustavo Fierro Guerrero (q.e.p.d.), su hermano mayor quien también hacía su historia en las Fuerzas Básicas del Rebaño como zaguero central.
Mientras Carlos se sometía al proceso de desarrollo que sin duda le daría frutos con los torneos internacionales, las giras y los encuentros que forjan a todo joven futbolista, el Sumo Creador le puso enfrente la mayor prueba de toda su vida junto alejar de la cancha a su guía y motivación debido a una enfermedad frente a la que luchó hasta el final de sus días.
“Gustavo es mi ídolo, por él estoy también en el futbol. Siempre estuvo al pendiente de mi y de toda mi familia. Estaba al tanto, hasta de que me lavara los dientes todas las noches. Siempre va a estar conmigo. Te amo”, declaró de manera sentida y desde el fondo de su corazón Carlos Fierro respecto a su lamentable pérdida.
Momento soñado, el debut con el Rebaño
Repuesto y fortalecido por la partida al cielo de su Ángel Gustavo a la casa del cielo, Carlos Eduardo Fierro tuvo la oportunidad, después de desplegar su talento en la Copa del Mundo Sub 17 de México de debutar en la Primera División bajo la tutela de José Luis Real dentro del duelo correspondiente a la Jornada Seis del Torneo Apertura 2011 ante Rayados de Monterrey en la cancha del Estadio Omnilife en la victoria rojiblanca con marcador de 2-1.
“Me siento contentísimo y muy feliz sobre todo por habérselo dedicado a mi mamá y a mi hermano que está en el cielo. Me encuentro muy motivado", confesó el delantero rojiblanco, minutos después de ver cristalizado uno de sus máximos sueños.
A partir de ese momento, Carlos Fierro no ha dejado de trabajar, cosecha minutos de juego, brinda chispazos de sus destacadas condiciones futbolísticas que lo colocan en la élite de ese jugador diferente y con las condiciones necesarias para forjar un nombre dentro de la institución rojiblanca.
Un gratificante regreso a su categoría para ayudar a coronarse a sus compañeros de toda la estancia como rojiblanco, el Guadalajara Sub 17 en la última campaña de Liga, y el cariño que de antemano se ha ganado el joven de apenas 17 años, de gran parte de los seguidores de Chivas son los pequeños y apreciables tesoros que ha conquistado Carlos Eduardo Fierro Guerrero en su joven e incipiente carrera con el Rebaño.
El futuro, la consagración en Chivas e incluso, la oportunidad de crecimiento
Las condiciones son absolutas, la misión no luce sencilla para el rojiblanco nacido en Ahome, Sinaloa quien se encuentra ante los retos más fuertes de su vida: Consolidarse en Chivas donde la competencia diaria demanda toda la concentración y trabajo, explotar a plenitud su talento con el balón y no renunciar bajo ninguna circunstancia a la oportunidad de crecer en el futbol del extranjero, Muchos expertos dentro del futbol rojiblanco creen en ese futuro de grandeza para Carlos Fierro y el consejo generalizado es: “Sí los golpes duros de la vida no te han ganado el encuentro, sigue siempre en pie de lucha para perseguir tus sueños, a desplegar las alas y volar”.