La realidad lo dicta de la siguiente manera: hoy por hoy, en el orbe futbolístico, México es el tercer mejor equipo de la categoría Sub 20, el último eslabón antes de la Copa Mundial de la FIFA, el evento de balompié más importante sobre la faz de la tierra.
Y dentro de esa Selección Mexicana, que además de hacer historia en el Futbol Mexicano tiene ya un prestigio mundial ganado a pulso, con las actuaciones de la Sub 17 Campeona del Mundo en México 2011 y la Sub 20, tercer puesto en Colombia 2011, tiene entre sus filas y su base futbolística a elementos rojiblancos, surgidos enteramente de la cantera y formación rojiblanca.
Por eso tras el accionar que desempeñaron en la competencia en tierras colombianas y de disputar el Mundial de la categoría con un rendimiento notable, los jóvenes de la Sub 20 de Chivas sacan a flote sus sentimientos, comparten su sentir por el premio recibido al ser el tercer mejor equipo del Mundial y sobre todo, los planes a los que apuntan sus nacientes, pero ya experimentadas carreras futbolísticas.
"Un Mundial que te deja marcado".- Erick Torres.
Su meteórico ascenso con el primer equipo de Chivas generaron que el delantero del Rebaño Erick "Cubo" Torres fuera uno de los elementos al que el estratega Juan Carlos Chávez consideró para encabezar el ataque de la Selección Nacional Sub 20 que prepararía para el Mundial de la especialidad en Colombia 2011.
Hoy, después de ser uno de los delanteros que más llamaron la atención por su movilidad y constante peligrosidad en el área enemiga, aún y cuando sólo reflejó con un gol su accionar en el Mundial, Erick Torres deja al descubierto las experiencias que, como él mismo lo manifiesta, le marcaron para siempre en su vida personal y profesional.
"Es algo muy bonito y que va a quedar marcado en mi carrera y en mi vida personal, pero que también deja marcado al futbol mexicano. Este logro es algo que motiva para seguir trabajando, que nos motiva a todos como mexicanos para que nos quitemos esa etiqueta de que no se pueden hacer las cosas y que a uno como jugador lo motivan a hacer cosas por mi país".
"En este Mundial nos tocó competir con selecciones de Europa, de Asia y de Sudamérica, y la verdad es que agarras mucha experiencia para que todo eso que aprendes lo puedas llevar al torneo en México y llevarlo a cabo", asegura.
"En estos dos meses de convivir y de compartir juntos muchas cosas es otra de las cosas que te dejan marcado, ya que el vivir un Mundial con México y saber que tienes compañeros de Chivas es algo que deja contento, más el saber que Guadalajara aporta con compañeros en la Selección Mexicana", complementa el canterano rojiblanco.
"El secreto: la Cantera".- Jorge Enríquez.
Fue quizá uno de los elementos que más destacó en el plano grupal y personal con el combinado Tricolor, prueba de ello, el premio recibido por parte de la FIFA como el Balón de Bronce del Mundial Colombia 2011, que se traduce en ser el tercer mejor jugador del torneo, por debajo del brasileño Henrique y del lusitano Nelson Oliveira.
Pero aún con el sentimiento a flor de piel, mismo que le generó este reconocimiento por parte del máximo organismo futbolístico a nivel mundial, Jorge Enríquez destaca el secreto de lo que ha sido el éxito del combinado azteca, mismo que es con el que él creció en Chivas y que ahora, con los logros obtenidos, confirma la apuesta que sabe ha rendido los frutos esperados.
"Me siento muy contento y muy orgulloso de ser mexicano, de representar a mi país, y de verdad espero que este sea el principio de muchos éxitos", refiere, "lo que se logró en Colombia 2011 habla de lo que se ha trabajado en selecciones menores y cada quien en sus clubes, ya que han trabajado muy bien en Fuerzas Básicas y esto es el reflejo de todo ello. Si se siguen respetando estos procesos creo que México puede tener un techo muy alto.
"Nunca había sentido tanta pasión. Creo que viví este Mundial con muchísima entrega, y cada partido me marcó porque cada uno fue diferente, cada partido tuvo su toque distinto y es una experiencia que nunca voy a olvidar y que quisiera que se volviera a repetir", recuerda el novel mediocampista rojiblanco.
"La experiencia de poder controlar las emociones, el saber que si ganas no eres el mejor y si pierdes no eres el peor, eso fue fundamental y fue algo de lo que me dejó este Mundial; además de que a nivel profesional el roce internacional y el nivel es muy fuerte y eso creo que nos va a ayudar a todos para crecer y poder aportar mucho a Chivas y también al Futbol Mexicano", complementa.
El comienzo de un sueño.
Ser parte de la Selección Nacional tercer lugar del Mundial Sub 20 de Colombia 2011 es apenas el comienzo de muchas metas más en la carrera del defensa Kristian Álvarez, ya que aunque no se lograron los objetivos propuestos al inicio del certamen, para el también canterano de Chivas la experiencia adquirida será clave para marcar diferencia en un futuro.
"Es un orgullo pertenecer a esta Selección porque se hizo un gran grupo, aunque no logramos el objetivo que era ser los campeones del mundo siento que dimos un gran paso para nuestras carreras y nuestras vidas que va a ser lo que nos va a dejar marcados, ya que al pensar en grandes cosas logramos algo importante", Acepta Álvarez.
"Es el sueño de todos jugar un Mundial, al menos para mi lo era y ahora que lo he vivido es algo que me ha dejado marcado, además de que es una alegría permanecer en una Selección Mexicana y más el representar a un país", agrega el zaguero de Chivas, quien disputó cinco encuentros en este Mundial Sub 17, ya que sólo no vio acción en el duelo de Cuartos de Final ante Colombia y la Semifinal ante Brasil.
"Sé que debo de seguir preparándome, crecer personal y futbolísticamente para seguir cumpliendo mi sueño que es pensar ahora en la Selección Sub 22 y en la mayor, seguir trabajando para poder estar en otra competencia como esta, Mundial o Juegos Olímpicos, así como también regresar a Guadalajara y concentrarme con Chivas y después ya pensar lo que viene", agrega.
Crecimiento personal y profesional
Cuando se pensó que la pifia cometida en el primer partido del Mundial Sub 17 de Nigeria en el 2009 le marcaría su destino futbolístico de una manera poco agradable, el esfuerzo y determinación que mostró en la misma justa africana y posteriormente en todas y cada una de las convocatorias a las que fue requerido con las diversas Selecciones Nacionales, labraron el éxito del que hoy puede mostrar el portero José Antonio Rodríguez.
Ya que con cinco duelos disputados en el Mundial Colombia 2011, cuatro de ellos en la instancia final del certamen, el portero del surgido de las Fuerzas Básicas del Rebaño y hoy a préstamo con los Tiburones del Veracruz, se dice tranquilo al saber que todo lo adquirido en la justa mundialista le brindará un mayor crecimiento personal y profesional.
"Ha sido un gran logro, no el que hubiéramos querido, porque sabemos que tenemos la capacidad para hacerlo, pero es un gran logro y un tercer lugar siempre, tendiendo e cuenta que es a nivel mundial, nos da un gran motivo para estar muy orgullosos. Nunca me voy a olvidar de esta experiencia, de lo que fue este país y de lo que fueron los partidos que tuve y el estar en los mejores del mundo creo que no hay palabras para describirlo, pues me siento muy contento", menciona Rodríguez con la mirada al frente, a la espera de un nuevo reto profesional.
"El haber jugado ya dos mundiales (Nigeria 2009 con Sub 17 y Colombia 2011 con Sub 20), que creo que pocos porteros pueden decir de haberlo vivido, me da mucho más orgullo y vivir esa experiencia, creo que te sirve mucho para ver lo que viene ahora con la Liga Mexicana y hay que seguir buscando los llamados a Selección Nacional, Juegos Panamericanos y lo que pueda venir", sentencia.
"Es algo que nadie se lo esperaba".- Ulises Dávila.
"Esto es algo que no se puede describir", responde con una sonrisa Ulises Dávila al momento de que se le cuestiona sobre la trascendencia que logró con el resultado de México en el Mundial Sub 20 de Colombia 2011, "es como un sueño, estar ahora en la historia de México en los Mundiales de esta categoría y en lo individual también me siento muy contento porque siento que hicimos algo muy difícil y que nadie esperaba".
Y es que para otro de los rojiblancos que mayor notoriedad ganó en el Mundial de Colombia 2011 gracias a su rendimiento y desequilibrio generado de tres cuartos de cancha hacia adelante, Ulises Dávila también coincide con sus compañeros rojiblancos en el sentido de ganar experiencia en este torneo, misma que podrán reflejar en su accionar de regreso con el Rebaño Sagrado.
"Este Mundial me ha dejado mucha experiencia, fue un Mundial donde todos, y en especial yo aprendí muchas cosas, como que cada vez te vas a enfrenar a rivales más difíciles, pero que dejamos a México muy en alto y que se de cuenta la gente de que nuestro equipo puede hacer todo lo que se proponga por hacer".
"Esto ha sido un parteaguas en mi vida, ahora debo de poner en práctica todo lo que ha hecho acá y obviamente que sí me deja marcado este Mundial porque hasta el momento es lo más importante que he hecho en mi carrera. Cada día hay que aprender más, ahora viene Chivas donde hay que conseguir más minutos de campo y tratar de consolidarme lo más rápido posible", finaliza.
La familia, apoyo fundamental de la Selección Sub 20
Crónica de una pasión
Por Claudia Rodríguez.
Bogotá, Colombia.- Carácter, tenacidad, constancia, dedicación, son algunas de las bases que se necesitan en la vida para lograr nuestras metas, y el sábado 20 de agosto, un grupo de mexicanos demostró que son capaces de hacer vibrar los corazones de todo un pueblo, sediento de buenas noticias en el deporte que tanto apasiona.
Aunque en particular el corazón de cinco familias se desbordo de emoción y ansiedad al ver a sus hijos, hermanos y padres, Ulises Dávila, Kristian Álvarez, Jorge Enríquez, Erick Torres y Antonio Rodríguez tenían ya varios meses de estar fuera de casa, trabajando día a día por lograr un sueño, un objetivo.
El hotel de concentración de la Selección Sub 20 fue testigo del amor que profesan los padres por los hijos, aquellos seres para quienes se entrega la vida misma, por sus eternos “niños” y estos a su vez la admiración por sus ídolos de toda la vida: sus padres.
La ansiedad y nerviosismo que habían vivido los familiares de los jugadores rojiblancos, al momento del encuentro se fundió en sonrisas, abrazos y lágrimas contenidas que por fin pudieron emerger de sus ojos sorprendidos y dudosos de lo que veían; sí, su familia estaba con ellos en Bogotá, Colombia con el único fin de apoyarlos como siempre en cada paso que dan en su vida y esta vez no podía ser la excepción.
Las preguntas de cómo fue el viaje, a qué hora salió el vuelo y cuántas escalas hicieron, entre otras tantas, no pudieron esperar, al tiempo que los abrazos, besos y tiernas caricias iban y venían de unos y otros. El horario de descanso para los jugadores llegó, habría que estar en sus habitaciones pero con la promesa de verlos al día siguiente, fecha en que los marcaría como mejor cuarto o tercer lugar de la Copa Mundial Sub 20 de la FIFA Colombia 2011.
La cita: 14:30 horas, el momento de partir al Estadio El Campín de la capital de Bogotá llegó. En los camiones que trasladaban a las familias no sólo de los jugadores de Chivas sino de todos aquellos que en esta ocasión vestían la casaca nacional, el ambiente y la emoción se transpiraba de manera evidente y estremecedora, la fiesta no podía esperar, era un momento de gozo de transmitir la buena vibra y porqué no, el ya conocido y multicitado "Fuaaaa".
Entre cánticos de “Cielito lindo” y el grito de "¡Viva México!" y un innovador Messi, Messi, “Mesico”, el ambiente familiar de los mexicanos llegó hasta El Campín, donde aficionados colombianos, franceses, portugueses, brasileños, sin dejar atrás los medios de comunicación presentes en el evento, captaban en el lente el folklore mexicano.
El equipo nacional salió a la cancha para su calentamiento y las porras subieron su volumen con el único fin de que la presencia mexicana llegara hasta el campo de juego, desde donde los seleccionados saludan a sus familiares en la tribuna.
El momento ha llegado, en el cielo de Bogotá la lluvia se hizo presente, al igual que las oraciones de todos los familiares que ahí aguardan, el himno nacional de México rompió el silencio y el silbatazo inicial propició la primer porra del encuentro a la que pronto se le unió un grupo de colombianos al grito de ¡México, México... ra ra ra!.
Llegó el minuto ocho, Alexander Lacazzette anotó para la causa francesa en la portería custodiada por Toño Rodríguez, pero el ánimo en la tribuna no decayó, por el contrario y como debería de ser en la vida diaria de todos los mexicanos, a levantar la cara y seguir adelante, luchando por sus metas.
Así llego el minuto doce para que por conducto de Ulises Dávila, un grito clamoroso retumbara en El Campín, las lágrimas de emoción no pudieron aguardar en el rostro de Guillermo y Sofía, padres del ariete mexicano, a quien las felicitaciones por parte de los demás familiares no paraban. La ilusión del pueblo mexicano estaba presente, los once jugadores en la cancha seguían no sólo haciendo su trabajo, sino divirtiéndose en lo que tanto les gusta… el futbol.
La tenacidad se demostraba a cada instante y al minuto 48 el capitán del Tri dejó sin posibilidad al portero francés Jonathan Ligali, el grito de Paty, mamá del espigado “Chatón” era nostálgico y de gran emoción; el orgullo que sentía su padre se desbordaba en su mirada, tanto que llegó hasta la cancha para festejar con su vástago, quien volteo a la tribuna como conectado con ellos para completar su festejo, dos anotaciones de canteranos rojiblancos alimentando la ilusión de su pueblo tricolor.
El arbitro decreta tres minutos de compensación, la ansiedad se respiraba, las diferentes porras ensayadas por los padres o algunas más espontáneas que arrancaban carcajadas subían su intensidad, los minutos se consumían, la selección francesa seguía luchando pero México no bajó los brazos y Edson Rivera al 71’ puso el sello para que el equipo mexicano Sub 20 se alzará como la tercera mejor selección de la especialidad.
Los pupilos de Juan Carlos “La Pájara” Chávez dejaron su huella, colmaron los corazones de una nación que se vistió de verde, blanco y rojo llevando no sólo nuestro estandarte nacional al mundo, sino comprobando que con trabajo y dedicación podemos llegar a donde nos propongamos.
Ya de regreso en el hotel de concentración las familias compartieron el pan y la sal con sus hijos, cuerpo técnico y dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol, donde también se dieron el tiempo para la foto del recuerdo, las felicitaciones, abrazos, sonrisas y la promesa de seguir trabajando por ellos, sus equipos y su país, pero sobre todo por su familia, que en las alegrías, pero sobre todo en los momentos difíciles, han estado con ellos compartiendo paso a paso las vicisitudes de su vida, tomados de la mano como debe de serlo una familia mexicana.
El artillero del Rebaño junto a Luis Germán Torres y María Guadalupe Padilla, sus padres.
Ulises Dávila junto a su padre, Guillermo Dávila.
La familia Torres Padilla junto a la familia Dávila Plascencia, ya en el Campín de Bogotá.
El mediocampista Jorge "Chatón" Enríquez festeja junto a sus padres Jorge Arturo Enríquez y Patricia García.
El portero José Antonio Rodríguez, junto a sus padres José Antonio Rodríguez Barba y su madre María del Rayo Romero.
La delegación de familiares de los jugadores de Chivas, junto al Presidente del Consejo de Administración del Grupo Omnilife - Chivas
POSICIONES
Posición | Equipos | Partidos | Puntos |
---|---|---|---|
8 | 16 | 26 | |
9 | 17 | 25 | |
10 | 16 | 21 | |
11 | 16 | 18 | |
12 | 17 | 17 |