El perfil rojiblanco: Édgar Mejía

Al tomar la decisión definitiva, todo es para adelante

Con tan sólo nueve años de edad Édgar Eduardo Mejía Viruete  dependió de una de las mejores decisiones de sus padres para desde temprano darle curso definitivo a su vida: pasar a las filas de las Fuerzas Básicas del Club Deportivo Guadalajara y darle el si definitivo al futbol y acabar de esta manera con los coqueteos hacía otros deportes como la natación y el basquetbol, ya que gracias a que desde niño se desenvolvía en el complejo ambiente deportivo del CODE Jalisco también conocía y tenía las puertas abiertas para adentrarse en ambas disciplinas,  pero el futbol siempre fue el primero, sobre todo cuando en las divisiones inferiores rojiblancas se abrió el espacio para el desarrollo de su categoría: 1988.

A partir de ahí fue tomar la seriedad necesaria para poder con la responsabilidad que representa ser parte del club más importante del Futbol Mexicano y Édgar Mejía supo responderse a sí mismo ante la seguridad que emanaba cada que se preguntaba cual era su máxima  ilusión vivir, crecer y desarrollarse en una cancha de futbol.

“Llegué en 1997 al club, tenía nueve años y fue porque jugaba en el CODE Jalisco y mis papás decidieron traerme para acá a seguir jugando. (En CODE Jalisco) nadaba, jugaba basquetbol, pero cuando llegué a Chivas dejé de lado la natación y el basquetbol y me quedé con el futbol. El primer día llegué aquí mismo a Verde Valle a las Fuerzas Básicas, justo cuando se abrió mi categoría. Cuando entré si me di cuenta de la diferencia de lo que es ya un club estable,  pero en lo demás todo era jugar y estar dentro de la cancha que es mi ilusión y la que me da aliento”, rememoró el volante del Rebaño justo después de concluir  el entrenamiento de Chivas este jueves en Verde Valle.

Los primeros entrenamientos, los primeros partidos, los primeros viajes al extranjero, incluso aquel inolvidable castigo de los “Profes” Hugo Díaz y Gabriel “Nene” López Zapiain por la travesura de los entonces niños rojiblancos de la categoría 1988 al esconder una zapatilla a una aeromoza de un avión en el que viajaba la delegación quedan en el amplio anecdotario del “Chore” Mejía en su etapa en las Fuerzas Básicas del Rebaño.

“Hay muchas anécdotas, pero recuerdo una en especial cuando el Profe Hugo Díaz y (Gabriel) “Nene” Zapiain nos castigaron por una travesura que hicimos a una aeromoza en un avión por esconderle un zapato,  pero son cosas como dicen extrafutbol, pero esta es mi vida, estoy consciente de que el futbol es lo que me encanta hacer y día con día tengo muy presente eso para mantener los pies en la tierra y en base a eso tomar todas mis decisiones”, explicó Édgar Mejía.

Caracterizado por su buena distribución de juego,  destacada lectura de partido, intuición para anticipar la jugada en lo que se refiere a cuestiones tácticas y solvente a la hora de marcar al rival, Édgar Mejía fue cuesta arriba en el escalafón de la estructura futbolística del Rebaño  hasta alcanzar una de sus metas principales: el primer equipo del Guadalajara.

Ser parte de una generación  clave para Chivas
Pensante dentro y fuera de la cancha, es precisamente en el rectángulo verde donde Édgar Mejía deja de lado la imagen de muchacho serio y tranquilo para dar paso a la faceta que como profesional del futbol ha desarrollado: arrojado y decidido para elegir la mejor jugada que produzca para su equipo.

“Siempre he tratado de que la jugada que elijo hacerla bien, también es parte de mi estilo de juego, trato de no pensar mucho, sino más bien decidir rápido y decidir bien. Para eso también he entrenado, para que mi juego sea más efectivo y productivo para mi equipo”, aseveró Mejía quien porta la playera con el número 20 en el Guadalajara.

Este perfil como futbolista engranó a la perfección en la que resultó una de las generaciones que más satisfacciones le otorgó al Club Guadalajara,  pues a partir de las virtudes de elementos como Patricio Araujo, Carlos Vela,  Omar Esparza,  Javier “Chicharito” Hernández y el propio “Chore” Mejía el buen trabajo de las Fuerzas Básicas de Chivas se dio a notar

“Creo que a partir de nosotros (la generación 1988) se abrieron muchas puertas y eso es un compromiso y es un trabajo de todos los días, si a nosotros nos dieron la confianza lo mínimo que a nosotros nos queda es responder a esa confianza y a todas esas expectativas. En primera instancia eso me gusta, estar en el nivel más alto y eso me mantiene bien física y mentalmente para entrenar todos los días y estar jugando

Orgulloso de jugar al futbol,  Édgar Mejía agradece la seguridad que le ha brindado el deporte por el que se inclinó desde niño,  el que le permite tener la libertad de elegir la jugada más efectiva para el buen desempeño y triunfo de su equipo,  pues estar dentro del terreno de juego nunca será un pesar, simplemente es el placer de jugar al balompié.

“Jugar me da mucha estabilidad, mucha seguridad en mi mismo. A la hora de entrar al campo lo hago bien concentrado, sabiendo de que puedo jugar un buen partido. Trato de no pensar en muchas cosas y estar atento a mi partido, concentrado los 90,  95 minutos que dure el partido”, se explaya con franqueza Édgar Mejía.
Entrañables amigos como Javier “Chicharito” Hernández es parte de los regalos que ha recibido el “Chore” Mejía en su andar en el futbol, de quien sin admitirlo directamente se complace, de ser testigo directo de hasta donde ha llegado el ahora delantero del Manchester United.

“El futbol me ha dado amigos, uno de ellos es el “Chicharito”, que ahora sabemos donde está,  pero desde los nueve años tenemos muy buena amistad” dijo el mediocampista en torno a la amistad que lo une con el atacante tapatío del cuadro dirigido por Sir Alex Ferguson.

El rojiblanco de toda la vida que quiere a sus colores

Sin ningún titubeo Edgar Mejía es capaz de decir en seguida: Chivas es mi equipo y juego por sus colores,  y quien lo dude que se asome a todo el camino que ha forjado desde el principio el jugador tapatío: La Escuela de Futbol de Verde Valle, categoría Piloto, Tercera División,  Segunda División, la extinta Primera A con el Tapatío y el primer equipo del Guadalajara que le dio un debut en el Máximo Circuito de privilegio, el Apertura 2006. El mismo torneo en el que el Rebaño conquistó su onceavo campeonato.

“Chivas es mi equipo, es por la camiseta que juego y por supuesto que se quiere a esta institución. En el torneo del campeonato en el 2006 me tocó debutar en Primera División, mi debut fue como titular y eso me marcó para poder seguir luchando y al siguiente torneo fue cuando comencé a jugar más, y ser Campeón aquí con Chivas es algo que quiero repetir porque es una experiencia inolvidable”, declaró orgulloso Édgar Mejía.

Por igual Mejía Viruete se desprende de la etiqueta de futbolista serio, y asegura le agrada encajar en la camaradería de un grupo de jugadores que se unen y ayudan dentro de la cancha y conforman toda una familia que disfruta dentro del terreno de juego.

“No soy tan serio como parece, de hecho yo soy de los que más bromas hace en el equipo y eso me parece bueno,  porque si yo estoy bien lo voy a transmitir a mis compañeros o viceversa, esto me motiva para seguir trabajando bien día con día”,   auguró “Chore Mejía,

Momento de ascenso y anhelos por cumplir

Édgar Mejía observa al Rebaño en ascenso absoluto, hambriento de nuevo por ser protagonista en el Futbol Mexicano, donde ya se está a más de la mitad del camino y la recuperación en cuanto al futbol, confianza y buenos resultados es evidente en todo su entorno.

“Ahora el equipo va en ascenso y en el mejor momento del torneo yo creo y lo importante es no bajarnos del nivel que hemos encontrado. Hay que trabajar día con día por mantenernos y hacer las cosas lo mejor posible.

Aún existen muchas deudas por saldar entre Édgar “Chore” Mejía y el futbol, pero lo mejor es que el volante del Rebaño llega con la madurez suficiente para saldarlas por él mismo, mediante su trabajo como profesional y esos anhelos que son parte de su vida desde niño y  en sus propias manos está el cumplirlos.

“Me queda por ofrecer muchísimo al futbol. No he conseguido ni la mitad de lo que me he propuesto. Eso me mantiene siempre motivado para no conformarme y pensar que ya hice esto o aquello. Quiero muchas cosas, tengo muchos anhelos. Esos nadie me los va a quitar y lo más importante es que no he dejado de disfrutarlo, lo estoy disfrutando. Es mi profesión y la vivo al máximo”,  concluye de esta manera Édgar “Chore” Mejía,  mediocampista del Guadalajara.