Reconoce la formación educativa a tres rojiblancos

Dos historias de vida están entrelazadas por un motivo tan importante como la educación en uno de los institutos más prestigiosos de Guadalajara como lo es el Colegio Luis Silva. La primera de ellas,  nos sitúa en la vida de Pascual Gómez, jovencito que proveniente de su natal Colima arribó a Guadalajara para seguir los pasos de su hermano mayor, Jaime Gómez, también integrante del internado, deportista nato y cuya habilidad  para desarrollar voleibol y futbol lo convirtió en alumno sobresaliente a la vez que despertó la admiración de su hermano quien escogió la mejor opción para inmortalizar los grandes momentos en el deporte de su hermano, la fotografía, oficio que el mismo Jaime enseñó a su incipiente hermano Pascual.

Eran principios de los años 40 y la estricta educación impuesta en el Colegio Luis Silva ya había rendido sus respectivos resultados en los hermanos Gómez Mungia, tanto para el fotógrafo Pascual como para el guardameta Jaime Gómez quienes siempre han profesado y profesan un sentimiento especial de pertenencia a su  eterno Colegio Luis Silva.


A principios de la década de los años 60, tiempo después de que los hermanos Gómez se graduaron de la misma institución educativa,  el pequeño José Luis ingresó al prestigiado Colegio Luis Silva de Guadalajara, para continuar con la herencia familiar que había decretado que su abuelo y padre habían  sido egresados del internado tapatío.

Con tan sólo siete años, José Luis recibió la parte formativa de su educación entre los muros coloniales de la internado, de manera temprana recibió lecciones de desarrollo humano y clases con apegados valores cristianos. Todo  el entorno educativo siempre bajo la compañía de un balón de futbol, la pasión de toda su vida.

Los años en el Instituto Luis Silva pasaron con toda la alegría propia de la infancia y José Luis dejó su primera escuela con la seguridad de que le habían otorgado los mejores valores para caminar por la brecha de vida y ser una persona integra y exitosa.

Hoy el presente de estos tres personajes ha sido tan exitoso como los maestros y compañeros y el mismo Colegio Luis Silva lo desearon, y los tres se tatuaron el escudo rojiblanco en el corazón quizá desde esa misma época estudiantil. Jaime “Tubo” Gómez, fue guardameta del histórico Campeonísimo Guadalajara, su hermano Pascual “Pato” Gómez se convirtió por mucho tiempo en el fotógrafo oficial del club rojiblanco y tiene el envidiable récord de observar a sus Chivas levantar el título en las 11 ocasiones en las que el Rebaño ha sido Campeón del Futbol Mexicano.

José Luis Real Casillas, era aquel niño estudiante del Colegio Luis Silva y ha abrazado el futbol como pocos, destacado futbolista de nivel de Selección Nacional,  excelente formador de jóvenes valores para el Guadalajara, actual Director de Desarrollo Deportivo para el Club Deportivo Guadalajara S. A. De C. V.,  la carrera sigue en ascenso.

“Para mi fue extraordinario volver a revivir una parte muy importante de mi niñez estuve cuatro años estudiando en el Colegio Luis Silva en una parte muy importante de mi educación, y ahora estoy orgulloso del reconocimiento, de la organización  que ha forjado la institución durante estos 125 años. Para mi es toda una anécdota mi estancia en el Colegio, porque hace muchos años yo recibí clases de inglés y Desarrollo Humano que me formaron como persona”,  expresó emocionado José Luis Real Casillas.

Este domingo 17 de junio, precisamente en el Día del Padre del 2012, el Colegio Luis Silva reconoció a estos tres destacados egresados de su institución en festejo de sus 125 años de fundación (Jaime “Tubo”  Gómez reconocido In Memorian)  en marco de su tradicional festival artístico junto a otro destacado grupo de personajes de la sociedad tapatía como Guillermo Cosio Vidaurri, el escritor José Luis García Hernández y el arquitecto Jorge Zambrano Villa.