El futbol de Jalisco tiene su principal semillero en Guadalajara y su Zona Metropolitana, pero la cantera tiene una extensa dimensión, ya que en el transcurso de los años, de cada población del estado ha brotado algún jugador con el talento y la mentalidad suficiente para dar el salto hasta la máxima categoría del Futbol Mexicano.
Entre los ejemplos más recientes está Abraham Coronado, quien creció con un balón en los pies en el municipio de Poncitlán, perteneciente a la región de la Ribera de Chapala, y quien al hacer rodar el esférico labró un camino que lo ha llevado a conocer el mundo desde temprana edad.
Con 20 años, el juvenil rojiblanco acumula en su currículum una Copa Mundial de la FIFA Sub 17 en Nigeria 2009, así como dos participaciones en la Copa Santander Libertadores y una Liguilla por el título en el Torneo Bicentenario 2010 como jugador del Guadalajara.
Pese a los logros que acumula, los obstáculos en la búsqueda de alcanzar los metas trazadas también han estado presentes en la vida de Abraham Coronado, quien con la actitud positiva que lo caracteriza ha sido capaz de sobreponerse a las adversidades para mantenerse firme en su objetivo de cumplir el sueño de triunfar en Chivas como lo imaginó al salir de Poncitlán.
Naciste en Ocotlán, pero ¿por qué dices que eres de Poncitlán?
“Soy de Poncitlán porque toda mi vida he vivido ahí, ahí me crié, de ahí son mis papás; nací en Ocotlán porque la operación de mi mamá era muy riesgosa, una cesárea, y tuvimos que ir al hospital de Ocotlán, entonces siempre que me preguntan que en el acta de nacimiento obvio dice de ahí, pero yo soy de Poncitlán”, asentó con orgullo.
¿Cómo fue tu infancia en Poncitlán?
“Tengo muy bonitos recuerdos, toda mi infancia fue muy feliz, los amigos que dejé y todas esas experiencias que viví aunque me vine chico a Guadalajara, de 13 años, pero todos los recuerdos son buenos, lo que viví ahí me sirvió mucho".
¿Cuáles fueron tus primeros juegos?
“Yo siempre tuve la devoción por jugar futbol, por estar pateando un balón; de los ocho años en adelante fue como la prioridad, jugaba como todo niño que te gusta andar aquí te gusta andar allá, pero siempre fue más enfocado al futbol y a partir de los ocho años fue todo mi entusiasmo para el futbol porque para mí no había otra cosa”.
¿De quién heredaste el gusto por el futbol?
“En la familia les gusta mucho el futbol, pero tu tienes en mente algo desde que empiezas a crecer y vas viendo que todo se está transformando en realidad, ahí empieza el gusto, con mis papás, había cosas que no me gustaban, por ejemplo que me gritaran en los partidos y hacían que yo no quisiera jugar, pero siempre fue inculcado por ellos”.
¿Tú mamá también te apoyaba?, ¿es aficionada al futbol?
“Empezó eso con mi papá, pero ahora ya te imaginarás mi mamá muy apegada al futbol conmigo desde chico, andar ahí en los partidos siempre”.
¿Cómo llegaste a Chivas?
“Hubo una visoria en Poncitlán, yo tenía 13 años, tenía problemas en las rodillas, un problema de crecimiento, pero me vieron, trataron de localizarme, pero di mal mi número (telefónico), después vengo aquí (a Guadalajara), me dicen que ya me habían visto y les doy bien mi número. Éramos como 30 jugadores de todo el país, ahí no me quedé (a vivir en Guadalajara); iba y venía, estuve cuatro meses así hasta en junio del 2006 ya me quedé de planta”.
¿Habías salido de Poncitlán antes de llegar a Guadalajara?
“Nunca, yo llegué del pueblo aquí a Guadalajara y de ahí comenzó todo”.
¿Te has dado cuenta que a partir de ese momento empezaste a recorrer el mundo?
“Sí, lo he pensado muchas veces, ahora trato de pensarlo con más calma porque es parte de lo que hago, fue como el despunte en mi vida”.
Ya jugaste un Mundial Sub 17 en África, hiciste giras por Europa, Sudamérica, Estados Unidos, ¿te imaginaste que podías hacer este recorrido?
“Siempre lo tuve en mente, son cosas por las que te van a juzgar como loco, aunque no lo imaginaba a tal magnitud, pero claro que estuvo siempre en mi mente, era como un flash, una imagen o un lugar, sientes que estás viviendo eso y lo vas creando. Muchas de las cosas que he querido gracias a Dios las he logrado por pensar siempre de manera positiva e ir sobre eso, me imagine la manera de realizarlo, siempre estuvo esa ilusión, siento que era mi destino”.
¿Siempre fuiste así desde pequeño?
“La palabra es también aferrado, va de la mano con mi carácter, el mismo coraje de salir adelante, inculcado por mis papás, porque siempre han sido personas muy dedicadas a lo que hacen y luchan por lo que quieren ante cualquier adversidad, así me siento yo, creo que si tengo la posibilidad, lucho por eso”.
De los lugares que has visitado, ¿cuál te ha llamado más la atención o disfrutado?
“He disfrutado de todos, me llamó la atención fue Roma, ahí fue una experiencia más cultural, conoces cosas que en la vida pensaste conocer, pero el que más me ha gustado fue Francia, era cuando empezaba a viajar, pero no era de ir a turistear sino de aprovechar los días que te dan. En particular lo que más me gustó fue la Torre Eiffel, el hecho de estar ahí; también el Coliseo”.
¿Qué otros intereses tienes aparte del futbol?
“Me gusta mucho el idioma inglés desde chico, porque tengo muchos familiares en Estados Unidos, lo sé, pero me falta mejorarlo, de hecho voy a entrar a la escuela para practicar, adecuar mis horarios y entrar de lleno”.
¿Hay alguien a quien admires, con quien te identifiques?
“Creo que las personas que más admiro las tengo en mi vida y son mis padres; tenemos una manera de demostrar las cosas que no es la más convencional, pero los admiro porque por algo estoy aquí, y a pesar de tantas cosas, ellos están al pie del cañón, con esas ganas y deseos de hacer las cosas con tenacidad”.
Madurez y confianza en si mismo para trascender
Luego del debut en Primera tuviste algunas lesiones y posteriormente la institución decidió prestarte a Irapuato para que recuperaras ritmo, ¿cómo fue esa experiencia lejos de Chivas?
“Ha sido una experiencia de las que más me ha servido en mi vida por muchas circunstancias, valorar el hecho de estar sin tu familia, son cosas que te ponen a prueba, después comencé a jugar y las cosas se dieron, pero no es fácil salir, no es fácil estar lejos de tu casa”.
En tu regreso al Rebaño hay un detalle curioso, te toca el número 13 para la Copa Santander Libertadores, pero después tú lo elegiste para este Apertura 2012, ¿eres supersticioso?
“A mí siempre me ha gustado el siete, el número 13 me está agradando, siento que es la sensación de que te digan que el 13 es mala suerte; siempre he luchado contra todo eso, son cosas que están ahí, el número no cuenta sino lo que demuestres en la cancha; siento que yo lo puedo cambiar para bien”.
¿Qué haces antes de cada partido?, ¿tienes alguna cábala?
“Siempre que entro a la cancha me persigno y sé que siempre tengo la bendición, soy muy apegado a Dios, pero siento que también muchas cosas van ligada a cómo me sienta, a la seguridad que yo tenga; lo del número lo he tomado hasta con más gusto desde el momento que me dijeron que me tocaba.
Pasaron dos años para que pudieras reaparecer en Primera División, ¿cómo fue este tiempo en el que tuviste algunas lesiones, pero tenías una actitud positiva?
"Fue una etapa que tenía que vivir en mi vida por muchos aspectos, saber manejar está situación que ahora pasa, porque antes no sabía manejarlo de la mejor manera, hablo en todos los sentidos, la familia, el entorno, el futbol y todo lo que conlleva.
Ahora me siento muy estable, tengo lo que quiero, por lo que siempre he luchado y no hay cosas que a estas alturas me lleguen a desestabilizar, sé que todo está en mí, claro que me costó recuperarme, pero en todo ese lapso, en todo ese camino hubo muchas cosas que me di cuenta que yo estaba mal, pero siento que era algo que tenía que vivir, valorar y analizar las cosas en todo sentido. Gracias a Dios las cosas están bien.
¿Te sientes en el camino correcto para llegar a donde quieres y cuáles son esas metas que quieres alcanzar?
“Mi meta sobre todo es ser feliz porque sino que caso tiene todo, también hacer feliz a la gente que está al lado mío; como futbolista es mantenerme en Primera, siempre he tenido un sueño demasiado grande, jugar en Europa, es algo que ha estado en mi mente, y como persona ser esa persona más estable, realizada en la vida en todo sentido, para que después pueda estar tranquilo”, concluyó Abraham Coronado.