Hay personas que parecen tener marcado su destino en la vida, pero a pesar de tener ese camino trazado con claridad es necesario trabajar para llegar a la meta prevista y así estar debidamente preparadas para permanecer en el sitio que el futuro les tenía reservado.
Ese es el caso de Kristian Álvarez, el juvenil defensa rojiblanco, quien desde muy chico dio pasos firmes para convertirse en jugador de Primera División al cumplir con un proceso simultáneo en la cantera de Chivas y en Selecciones Menores para tener la experiencia suficiente al momento de debutar en el Máximo Circuito.
Con un aspecto duro dentro del campo, que contrasta con el carácter alegre y bromista que posee fuera de la cancha, el oriundo de Zapotlanejo compartió pasajes importantes de su vida, con algunas anécdotas y situaciones que lo transformaron de un portero infantil a un defensa profesional que impone respeto en cualquier terreno donde se para.
¿Alguna vez pensaste dedicarte a otra actividad que no fuera futbolista?
“Créeme que nunca me imaginé, de niño tienes el sueño de llegar a ser profesional, de niño lo que quieres es jugar, es divertirte, nunca te imaginas algún día lograr algo, vas disfrutando los días, disfrutas tu niñez, cuando llegas a algo que algún día te imaginaste es un sueño, son cosas que se buscan y trabajas para lograrlas.
“No es fácil lograr algo, todo tiene una etapa de trabajo, una escalerita, no ha sido fácil estar en donde estoy, primero me siento privilegiado y después emocionado, nunca pierdo esa emoción de estar todos los días, de venir a entrenar, de disfrutar esto porque ahora estamos y mañana quien sabe, disfruto de los compañeros, de todos los que me rodean aquí en Verde Valle; es algo bonito que la verdad no lo cambió por nada”.
¿Cómo fue tu infancia?, ¿siempre con una pelota o había otros juegos que te llamaran la atención?
“Siempre fue con un balón, desde los cuatro años mi papá me llevaba a jugar, jueves y sábado eran de los partidos de él y siempre estuve jugando futbol, aparte que mis hermanos eran futboleros, fue chistoso porque de niño siempre fui portero en todos lados, igual jugaba en la cancha, pero no era lo que más me llamaba la atención.
“En ese tiempo era cuando estaba Jorge Campos con sus trajes de mil colores, siempre esa fue mi ilusión, él era mi ejemplo en ese momento, fue una infancia futbolera, en la escuela no era muy bueno, siempre había quejas de que no llevaba las tareas, de que llegaba tarde, siempre entraba de los recreos todo sudado, siempre era jugar futbol, es algo que te queda marcado”.
“Sabía que iba a ser futbolista, algo me llamaba la atención para seguir por ese camino, gracias a la insistencia, al deseo, al trabajo, hoy tengo la oportunidad de estar en Primera División que es algo que busqué, de niño no te das cuenta de esas cosas hasta que llegas a Chivas y vas viendo que puedes lograr un sueño y ser alguien importante para el club”.
¿En qué momento dejas la portería?, ¿quién te ubica como defensa central para aprovechar tus condiciones físicas?
“De niño no era tan alto, sí sobresalía pero era gordito, estaba más llenito, siempre fui gordito, a veces que veo foto digo ‘por Dios, que gordo estaba’, en el pueblo me apodan el ‘Cache’ por los cachetotes que tenía.
“Tengo un tío con un hijo que estaba aquí en Fuerzas Básicas, un día íbamos a comer a Chapala, llegamos a El Salto de pasada para saludarlo y nos dice ‘quiero llevar a mi sobrino a probarse, a ver cómo está’, me acuerdo que nos regresamos al pueblo y venimos a Verde Valle a las pruebas que había, llegué como portero y me dijeron ven dentro de un mes, dentro de dos semanas.
“Estuve viniendo varias veces y la última me dice el ‘Nene’ Zapiain que de qué más jugaba, le dije ‘de defensa, de contención, en el pueblo de todo le hago’, era junio o julio cuando estaban haciendo movimientos en Básicas de jugadores, me dijeron que me iban a probar de defensa, duré como dos semanas con Andrés (Ornelas), que traía la categoría de la 92 cuando llegué.
“Entrenaba diario de defensa, al principio me costaba porque hacíamos un trabajo y estaba cansadísimo, no estaba acostumbrado, por lo mismo era portero porque los veía correr y decía ‘que flojera, yo estoy en la portería muy a gusto’, entonces fue el momento que ellos me encontraron ese lugar, hasta la tercera semana me dicen que me quedo de defensa central; le dije a mi tío ‘me quedé de defensa’.
“Es algo chistoso, en el pueblo todos me conocían como portero, toda mi infancia desde los cuatro hasta los 12 años siempre fue de portero, llego a Fuerzas Básicas y me hago central, son cosas que son muy raras, cambios que te da la vida como en cualquier cosa, fue un cambio para bien porque sino ahora no sé si estuviera esperando o no estuviera aquí”.
¿De dónde surgió el estilo de jugar con entrega, ir a cada jugada con todo?
“Todos los días vengo con actitud al cien por ciento, sé que eso es lo que me va a dar día a día, el trabajo, entregarte todos los días, si quiero jugar mucho tiempo, si quiero rendir, que vean en mí las cualidades que tengo, me dicen ‘te avientas de cabeza, entrenas con todo’, cada quien tiene su papel en el campo, yo tomo el mío como tiene que ser.
“Tengo un gran ejemplo, alguien que admiro, que lo veo día a día y es una motivación para mí, estar con Héctor Reynoso todos los días y saber que él tiene 12 años en el futbol, que a él le dio estar en Primera División y esa carrera que tiene de todo lo que le ha pasado, ha sido con base en entrega, en dedicación, de todos los días estar esforzándose, nunca dar nada por perdido, siempre trabajar al cien por ciento.
“Siempre me he enfocado en ponerle atención a los grandes, a los que tiene más años en Primera División, a los que han logrado muchas cosas, Luis Pérez, Rafa Márquez, ahora llega Miguel Sabah, es gente de 30 años, los ves y sabes que tienes que trabajar todos los días porque en la actualidad sino trabajas te quedas a un pasito.
“Esa entrega es también motivación mía, saber que todos los días tengo que venir a ganarme un lugar, un puesto, es algo que me identifica, si duro mucho o poco, que sea con esa identificación, esa garra, esa entrega, de cada balón disputarlo al cien por ciento, me siento contento de mi forma de ser porque sé que transmito algo en la cancha, sé que ayudo al compañero con un grito, con una entrada fuerte para que despierte, es algo que me motiva para hacer crecer al equipo y algún día ser alguien importante en el equipo”.
Fuera de la cancha no tienes un carácter recio, eres alegre, bromista, ¿por qué esa forma de ser?
“Con todos trato de llevármela bien, de saber hasta donde, vas conociendo a todos, les puedes sacar una sonrisa, esa es la idea, llegar y también transmitir algo de tu parte, que te vean también como una persona alegre, es todo lo contrario en el campo a fuera de la cancha.
“Siempre trato de disfrutar los días, aquí es como mi casa, tengo nueve años aquí en Chivas te acostumbras al ambiente de la gente, a todo lo que te rodea, siempre estar alegre, ver el lado positivo, de platicar, de bromear, tengo una buena relación con todos, desde el intendente hasta el jugador.
“Todos son iguales para mí, con todos me llevo bien, con todos es de una sonrisa, una plática, una broma, es algo divertido y algo que a mí me pone bien, estar alegre, llevármela bien con todos, hay momentos para echar relajo, para hablar cosas serias, esa alegría es algo bonito que se puede vivir en esta institución y saber manejar los momentos”.
A los 12 años entraste a Fuerzas Básicas, pero ¿cuándo dejaste tu casa en Zapotlanejo para vivir en Casa Club?
“Al principio me tocaba ir y venir, está cerca, pero todos los días era muy pesado, como todo un sacrificio, pero lo logré, es algo que me pone orgulloso, que todo lo que sacrifiqué, todo lo que hicieron mis padres por mí, mis hermanos, es algo que da un fruto y es como la alegría de la familia, de los amigos, de que por fin salió alguien de Zapotlanejo. Ahora me da gusto ver chavos en Fuerzas Básicas, en La Gigantera, hay más apoyo y esa emoción porque alguien salga del pueblo, que sí se pudo y pueden sobresalir más.
“Yo llegué a casa club a los 15 años, cuando me vengo fue como el alivio para mí, igual para mi familia, porque ya tenía todo cerca, escuela, comidas, entrenamientos, aquí fue un aprendizaje bueno porque empiezas a depender de ti, a hacerte responsable de tus cosas, tienes a tu familia cerca, pero no es lo mismo que estar en casa y que te hagan de comer, que te laven la ropa.
“Vas creciendo, es algo importante que tienes que dar un paso también en eso, en el crecimiento personal porque si te vale todo no es fácil lograr las cosas, cuando llegué aquí fue algo increíble porque vives con 50 ó 60 compañeros, era divertido, aparte en el cuarto convivías con los dos compañeros que tenías, eran risas, eran bromas, a veces llorabas, es algo que no cambio por nada, son cosas que se te quedan grabadas en la vida, que sufriste para llegar a jugar”.
A la vez, tu desarrollo en Chivas fue a la par del proceso con Selecciones Menores, ¿cómo fue ese ir y venir?
“Fue muy chistoso porque me acuerdo que a los cinco meses ya no quería venir, llegaba a la casa cansado y a hacer tareas, había quejas en la escuela que no llevaba las tareas, le decía a mi mamá ‘ya no quiero ir, estoy muy cansado’, ella me decía ‘tienes que ir, es lo que querías’, eran regaños.
“Después me acuerdo que íbamos a jugar un partido y nos dice el profe Ramón (Baeza) que iba a haber una visoria para una Sub 13 para ir a competir a un torneo en Corea-Japón, yo tenía apenas cinco meses y al final del partido se me acercan y me dicen ‘nos vamos el domingo a México y vamos a ir a la gira’, yo no la creía, lo más lejos que había salido era Estados Unidos con familiares, pero nunca había viajado tan lejos. De ahí empezó, duro dos semanas en Corea-Japón, cuando regreso fue un cambio porque antes de eso ya no quería venir a entrenar, fue una motivación porque llegué y vi todo diferente, veía más apoyo de los compañeros.
“Al año y medio empieza la convocatoria de la Sub 15 con ‘Chucho’ Ramírez, era cuando había quedado campeón en Perú, era la sensación en ese momento, fue un giro importante porque desde los 14 años empecé a dar un cambio grande, era Sub 15, había concentración en México de tres semanas, dos semanas, iba y venía, fue algo que me motivó, iba a México y a veces veía a la Selección Mayor.
“Hasta los 18 años me la pasé viajando, sí tengo nueve años aquí, me la pasé la mitad en la Selección, era Sub 15 y luego me convocaron a la Sub 17, era dos años más chico e iba con los más grandes, había meses que me quedaba en México concentrado, eso fue algo muy importante para dar un paso muy grande.
“Tengo mi primer Premundial Sub 17 con jugadores que eran categoría 90, yo soy 92, dos años más chico, fue en Honduras, no calificamos al Mundial después de que México había sido Campeón del Mundo, sí me puse triste, pero en ese momento no me di cuenta de la magnitud de lo que había pasado.
“Sigo yendo con la Sub 17, fue un proceso largo porque siempre estaba en México, me dejaban venir dos días a mi casa y me regresaba, entrenaba aquí una semana y me regresaba, calificamos a Nigeria, mi primer Mundial, regreso y se arma la Sub 18 para subir a la Sub 20 que traía Juan Carlos Chávez, me quedó en la Sub 20, me toca ir otra vez al Premundial e igual calificamos a Colombia, fue un tercer lugar, nos regresamos con una medalla.
“Ya después no me tocó, hubiera querido estar en los Panamericanos, con esa Selección que ganó todo, me quedó esa inquietud de poder estar ahí, pero es algo increíble porque me la pasé la mitad del tiempo en Selección y fue algo que me dio un proceso rápido para llegar a Primera División con más colmillo de conocer muchas cosas del futbol. Hasta el momento me deja marcado porque logré estar en Selección, que no es fácil”.
La etapa en Primera División
Pese al destacado proceso de formación, Kristian Álvarez siempre mantuvo la concentración en el trabajo para recibir la oportunidad de debutar en el Máximo Circuito, por ello su presentación oficial con Chivas en el Torneo de Clausura 2011 la recuerda con emoción y a la vez le da la motivación se continuar en busca de cumplir otros de sus sueños.
Por todo este proceso que cumpliste, ¿veías el debut en Primera División como una consecuencia lógica o si te entusiasmaste mucho?
“Mi debut fue muy raro, entrenaba ya con el primer equipo, pero nada más entrenaba y jugaba con la Sub 20, me tocó salir a banca como seis o siete veces y todos ya me echaban carrilla, me decían ‘no vas a debutar, vas a estar en la banca nada más’, y no me tocaba.
“Me acuerdo que faltaban dos partidos para que acabara el torneo, el lunes me dice el profe (José Luis) Real ‘este torneo lo más seguro es que no se te dé la oportunidad’, entonces empieza la Liguilla de Segunda División, el miércoles jugaba Segunda el primer partido contra Loros de Colima, juego con ellos, el jueves me habla el profe Real y me dice ‘ven al entrenamiento, échale un ojo, hay duda de que Reynoso esté, por si las dudas’.
“Pensé ‘no entrena Rey estos días y juega el sábado, pero llega el viernes y me dicen ‘Rey no puede jugar’, creí que no era cierto, ya después ‘Rey’ me dice ‘vas a jugar, tranquilo, haz lo que sabes, es la tuya, te toca’, entonces ya sabía que iba a jugar, empieza la inquietud, desde un día antes empecé a vivir esa emoción, aparte contra Cruz Azul, un buen partido en México.
“Se te junta la alegría, la emoción, el deseo, llegas al hotel y por ahí la bromita ‘¡uy! Yo cuando debuté estaba nervioso, que miedo, aparte contra Cruz Azul’, ‘¡uy si juegas mal ya no vas a volver a aparecer!’, la típica, fue un partido importante, el estadio lleno, teníamos por lo menos empatar, empieza el partido y 1-0 ganando, ahí fue cuando me cambió todo.
“En el calentamiento todos me decían ‘tranquilo, te va a salir bien’, van pasando los minutos y te vas tranquilizando, vas agarrando confianza, fue algo emocionante porque mi sueño era debutar en Primera División, aparte los veías en la tele a Reynoso, Michel, cuando estaba Jonny Magallón, el ‘Venado’ (Alberto Medina) y decía ‘quien sabe si un día juegue con ellos’, entonces cuando llegó el momento me puse a recordar todo lo que pase. Ha sido lo más importante para mí, con la Selección fueron pasos importantes, pero lo que yo quería era debutar en Primera División”.
Ya como jugador en el Máximo Circuito, ¿qué es lo que más disfrutas del futbol?
“Lo que más disfruto, primero es venir todos los días a entrenar, convivir con mis compañeros, estar platicando en el vestidor, a veces llego y todavía no me la creo, llego a mi lugar y me pongo a pensar las cosas, es una motivación para salir a entrenar, yo quiero que algún día pase lo mismo, que llegue alguien que me vea a mi y diga ‘yo te veía en la tele, yo quería jugar algún día contigo’.
“También transmitirle una alegría a la gente, yo me reflejo mucho en los niños, cuando llega alguien y le da pena pedirte un autógrafo, una foto, somos personas que tenemos un privilegio de estar en Chivas, que te vean en la tele, que seas reconocido, eso es lo que me da felicidad, ser un ejemplo para ellos y lo que le transmito a mi familia por estar en la cancha.
“Me dijo un profe ‘el día que dejes de disfrutar esto y de dedicarle tiempo, se te va a acabar’, lo más importante para mí es esto, ya después vendrán las demás cosas, lo primordial es dedicarle tiempo al futbol, venir y alegrarle el día a la gente es lo que más disfruto”.
Tu función es defender, pero ¿cómo sería la sensación de anotar un gol en la Primera División o cómo has vivido un gol propio en tu proceso de formación?
“Es un sueño, me ha tocado meter tres goles nada más en Selección, el primero que metí fue en Tijuana, en el Premundial contra Guatemala, cabecean, yo me quiero quitar, se la desvío al portero y gol, corrí hasta la banca, no sabía que hacer, metí dos en ese partido y el segundo gol se lo dediqué a los utileros, les había dicho si meto gol un día se los voy a cantar; el tercero que meto quiero mandar un centro al área, me sale un golazo de medio campo, festejé como no me la creía.
“En Primera no sé, ojalá llegue pronto, no se que pasaría, pero es el sueño de todos meter un gol, uno como defensa es que no te metan gol, pero cuando metes gol es muy raro, es diferente la adrenalina, la emoción de meter un gol para un defensa a un delantero que está acostumbrado a meter más goles”.
¿Cuáles son tus metas en esta carrera como futbolista profesional?
“Lo que quiero es jugar, trabajo para poder estar el fin de semana en el cuadro titular, es una responsabilidad muy grande porque sabes que tienes que hacer las cosas bien el fin de semana, el momento importante es el día del partido, enfocarte en no recibir gol, en estar atento, después es consolidarme, aspiro a ser un referente de este equipo.
“Volver a la Selección, quiero regresar, sé lo que es estar ahí, lo que se siente, podría decir miles de metas que tengo, pero un campeonato con Chivas quedaría marcado como alguien que logró lo mejor para la institución; inicia el torneo y se trabaja para eso, en quedar campeón, lo que más queremos es un título, lograr una estrella más para Chivas y quedar grabado en el club”, finalizó.
Fotos: Simon Barber