El futbol fue algo que vivió desde sus primeros años, pues su padre fue jugador profesional, y aunque no llegó al Máximo Circuito, siempre le inculcó el gusto por este deporte, además que según sus propias palabras, fue su ejemplo para seguir sus pasos, fue así como el defensa central de Chivas Rayadas Hedgardo Marín Arroyo comenzó su camino en el balompié.
Llegó a Chivas a la edad de cinco años, pues era un niño inquieto que todo el día se la pasaba con su mejor amigo, el balón, situación por la que su papá decidió inscribirlo desde esa temprana edad en el Escuela de Futbol Chivas La Gigantera para encauzar su energía y tuviera una disciplina que le ayudará a su formación.
"Mi papá jugó en Tecos, estuvo como profesional, no llegó a Primera (División), y creo que verlo a él fue como mi motivación, el ejemplo que tenía, y seguí sus pasos que era el futbol, estuve desde los cinco años aquí en la Escuela de Chivas, empezó todo aquí, me acuerdo que mi mamá me decía que era un latoso en la casa, que nada más me la pasaba con la pelota jugando, rompiendo cosas, fue por eso que mi papá me metió aquí a Chivas, y empezó mi carrera más o menos en 1998.
"Después me salí y estuve jugando en Fomento Deportivo Kids durante cuatro años, después volví a Fuerzas Básicas, Jorge Domínguez fue el que me dijo que viniera a hacer las pruebas y desde entonces estoy aquí, preparándome para cumplir mis objetivos.
"En esa etapa de la niñez, cuando salías de entrenar en la tarde, llegabas y volvías a jugar, no parabas de jugar, al día siguiente era la escuela, jugar en el recreo,a todas horas era jugar. Siempre jugué con mis compañeros del barrio que me invitaban a jugar los fines de semana en la calle, típico que pones piedras en la calle de portería, es en donde creces", recordó con una sonrisa el juvenil defensa rojiblanco.
Su proceso en Fuerzas Básicas de Guadalajara empezó a los nueve años, cuando ingresó a la categoría 1993, y competía en los torneos de las Ligas Córdica y Metropolitana, y cuando llegó a Tercera División tuvo su primera desilusión, al fracturarse el quinto metatarsiano del pie izquierdo que lo mantuvo tres meses fuera de la actividad futbolística, tiempo después llega a la categoría Sub 20 que recibió sus primeras convocatorias a la Selección Nacional.
"Me integro a Fuerzas Básicas cuando recién se formó la categoría 93, era de nueve años, era un proceso me acuerdo que tenían de junio o julio, que era Copa Chivas, yo no estuve para eso, después en diciembre llegó y empiezo a jugar unos cuantos partidos, se jugaba en dos torneos, en Córdica y Metropolitana.
"Mi proceso siguió, cada año subía de nivel, hasta que llegamos a Quinta (División), luego a Cuarta, llegué a Tercera y en esa categoría, me lesioné, me acuerdo que empezó a hacerse lo de la Sub 17, fui a un partido con ellos, tuve una lesión y fue bastante duro, estuve tres meses fuera por la lesión en el quinto metatarsiano del pie, pasa eso, fue muy triste.
"Luego subí a la Sub 20, me fue muy bien, inicié varios partidos, la (Sub) 20 es una categoría muy fuerte, jugamos contra rivales dos años más grandes y aparte bajan cuatro jugadores de Primera (División), fue un torneo muy fuerte en donde crecí mucho, creo que fue donde crecí más en esa época. Después de la 20 subo a Segunda y es cuando me empiezan a llamar a la Selección".
Marín Arroyo ha tenido dentro de formación futbolísitca la oportunidad de participar en diferentes torneos internacionales, experiencias que le permitió conocer otros estilos de juego y tener un parámetro del nivel de futbol que se practica en otros lugares del mundo, que le han ayudado a madurar y crecer para aplicarlo tanto en Chivas Rayadas como en la Selección Nacional.
"Fui a Estados Unidos, a Dallas, he estado en Brasil, la Copa Danone que se jugó en Francia, Suecia, Dinamarca y Noruega, el Mundialiato Tauhichi en Bolivia, torneo muy fuerte. Son experiencia que te dan los equipos y los jugadores que nos son de aquí de México, puedes comparar el nivel de ellos con el de nosotros, viendo lo que ellos hacen con lo que nosotros trabajamos, vas adquiriendo experiencia, cosas que ves diferente, desde la forma de jugar, muchas cosas que vas aprendiendo de ellos", puntualizó.
A pesar de su corta edad, la motivación más grande que tiene Hedgardo Marín, no sólo para jugar futbol, sino para todos los aspectos de su vida, tiene apenas un mes y días que llegó a su vida, pues el 27 de enero pasado nació Santiago, su primer hijo, y el tener que dejarlo para cumplir con su compromiso con la Selección Nacional en el Premundial Sub 20 en Puebla apenas a unas horas de nacido, ha sido el sacrificio más grande que ha hecho hasta el momento en su incipiente carrera.
"Nació mi hijo el 27 de enero, me casé el 26 de enero, el 27 nació mi hijo y el 28 me fui a la concentración para el Premundial en Puebla, sí fue algo muy pesado para mí, donde tengo que dejar a mi hijo, a mi esposa, un mes sin verlos y esa fue mi máxima motivación de querer ganar, tenía que valer la pena todo ese sacrificio, y todo va dedicado para ellos, y para mis papás, que siempre me apoyaron muchísimo.
"Mi hermana Leslie tiene una discapacidad, me acuerdo que en su transporte especial tenía que decirle al chofer que nos encontrara en algún lado para que me trajeran a entrenar, agradecerles muchísimo a mis papás que siempre estuvieron apoyándome, mi papá se llama Mario Fernando Marín Mora, mi mamá Verónica Arroyo García, mis hermanas Valeria y Leslie, y ahora, mi esposa Andrea Grace Villaseñor y mi bebé que se llamará Santiago.
"Hasta el momento lo de mi hijo, fue un sacrificio muy grande, porque nada más de verlo nacer, me acuerdo no lo vi ni tres horas y al día siguiente me estaba yendo y sólo lo vi por internet, y sí es muy fuerte, saber que mis papás me decían 'está hermoso', y te quedas con las ganas de estar ahí, es una impotencia que se siente al no tenerlo, al no estar con ellos y espero que ella lo sienta igual que yo, que es un sacrificio y que va a valer la pena", afirmó con la emoción reflejada en su rostro.
Conseguir el boleto con la Selección Mexicana para el Mundial Sub 20 en Turquía, es sólo un paso más en el proceso que tiene en selecciones nacionales menores, que comenzó en julio del 2012 cuando fue llamado por primera vez por Sergio Almaguer para formar parte de la Sub 20 y ahora tiene la posibilidad de participar en la Copa del Mundo de la categoría con un plantel que después de su actuación en el Premundial en Puebla, ilusiona con igualar lo que ha conseguido la Selección Sub 17 en Perú 2005 y México 2011.
"Mi primera convocatoria fue en la que iban a un viaje a Holanda, no me tocó viajar, fue en julio del año pasado, después fui a un viaje a Moscú, participe, mi compañero Abel que viene de Tigres, él iba como titular, se lesionó en el primer partido, me tocó entrar de cambio y de ahí en adelante fui titular, después Irlanda, China, Chile y Estados Unidos y posteriormente empezaron las concentraciones para el Premundial.
"Ya en el Premundial tuve una lesión en el tobillo una semana antes de iniciar, estuve recuperándome, fue una recuperación muy rápida, y no empiezo jugando, pero en el segundo partido frente a El Salvador empecé de titular y fue muy importante el apoyo que sientes de la gente, la motivación cuando sales a la cancha son experiencias diferentes, yo no tenía esa experiencia de jugar con un estadio lleno. Para mi es muy importante porque es ser parte de esos resultados, porque yo puse un grano de arena para lograr eso, para mí es muy importante.
"Los torneos internacionales me han llevado a este nivel que tengo, sube mucho tu nivel en los torneos que participas, en el proceso creces, tanto aquí como allá, vas agarrando cosas diferentes de los entrenadores y vas agarrando nivel. He crecido mucho, lo noto porque para un central las coberturas que tiene que hacer, creo que lo he hecho bastante bien, me falta por mejorar pero si he subido mucho mi nivel en ese aspecto", concluyó el defensa central de Chivas Rayadas Hedgardo Marín Arroyo.
Fotos. Simon Barber y FMF.