Un ejemplo vivo de que el trabajo constante y el esfuerzo por transmitir lo mejor de uno como persona y como profesional es el mediocampista Javier Eduardo López, quien desde que se integró a las Fuerzas Básicas del Guadalajara en 2010 ha visto recompensada su perseverancia y hambre de trascender como futbolista mediante su debut en el Máximo Circuito en la Jornada Ocho contra León en el presente Torneo de Clausura 2013.
“Estoy muy contento, le agradezco a Dios por esta oportunidad que se me ha dado, por las cosas que han sucedido, aunque todavía no tengo muchos partidos en Primera División pero tengo que seguir trabajando para obtenerlos”, explicó.
“Los entrenadores conocen mi juego y mis capacidades, siempre hago un esfuerzo por aportarle al equipo y estar ahí en las buenas y en las malas, todos juntos, hago lo necesario para que el ‘profe’ me vea y tenga la confianza de ocuparme en los partidos, que noten que tienes ganas de jugar”, refirió.
El ser considerado por el Cuerpo Técnico encabezado por Benjamín Galindo para integrar el plantel del Primer Equipo ha permitido que comience a permearse de la trascendencia que implica vestir los colores del Guadalajara, hecho que lo compromete a centrar sus energías en destacar como un elemento del cual puede echar mano para cumplir con creces ante la exigencia.
“No me confío por el hecho de estar aquí, tengo que trabajar más porque todavía me falta mucho por ofrecer, tengo que aprovechar al máximo cada momento que tenga la posibilidad de jugar en Primera División para quedarme y colaborar para obtener el éxito colectivo”, afirmó.
“Nada es fácil en esta vida, pero tampoco es imposible, todo se puede lograr con mucho trabajo y humildad, siempre ser sencillo como todos los demás, cuidarte mucho, es lo más importante extra cancha, eso te ayuda mucho, hay que rendir en todo sentido tanto fuera del terreno de juego como dentro”, señaló.
El cobijo de jugadores de experiencia como Héctor Reynoso, Luis Pérez y Patricio Araujo ha sido un factor esencial para que Javier Eduardo López se sienta cómodo para exhibir en cada entrenamiento y en cada encuentro las cualidades que lo proyectaron al lugar que ocupa actualmente en el Rebaño Sagrado, por lo que intenta seguir los pasos de todos los compañeros de mayor edad.
“No hay alguno en específico porque todos te apoyan y te hacen sentir parte del grupo, lo principal que te enseñan es a no bajar las manos y que todos somos uno, a que ninguno se relaje, que todos se desempeñen al parejo, de ahí admiras las virtudes de cada uno, lo asimilas e intentas ponerlo en práctica”, apuntó.
La juventud que ostenta el plantel de Chivas es un motivo de satisfacción para el club debido a que la labor que se realiza en Fuerzas Básicas ha rendido frutos tangibles y de provecho para el equipo mayor, además de que quienes conforman ese grupo de nuevos talentos, entre ellos Rubén González, Raúl López, Giovani Hernández, Víctor Perales y Carlos Fierro, han establecido un vínculo de desarrollo mutuo que cada semana se hace más sólido.
“Entre nosotros nos apoyamos mucho, al que le toque jugar siempre lo alentamos para que le eche ganas y tenga toda la confianza de brindarse en el campo, y a quien no pues le intentamos hacer ver que no pasa nada, que es cuestión de seguir trabajando y dar el extra, aprender de esto, y poco a poco se va a ganar un lugar en el equipo, el cuerpo técnico y los compañeros notarán que te esfuerzas y eso hará que las cosas sean más fáciles”, aseveró.
Parte importante para que lo anterior suceda se debe también a la calidad humana que caracteriza al conjunto rojiblanco, pues el hecho de darle siempre prioridad al bienestar colectivo por encima del individual habla de que impera un ambiente ideal para trabajar.
“Me quedo con la alegría que acostumbra sentirse en el vestidor, se hacen muchas bromas, normalmente hay risas, eso es bueno, porque todos están al pendiente del resto y sobre todo de nosotros los más chicos, eso nos hace sentirnos como en casa”, resaltó.
Parte fundamental para que el mediocampista oriundo de Torreón, Coahuila, haya llegado hasta la Máxima Categoría del Futbol Mexicano fue el apoyo incondicional de su familia, amigos, compañeros y entrenadores en categorías menores, quienes se mantienen al pendiente de su crecimiento profesional.
“Están muy contentos de que ahora esté aquí, me apoyan mucho, me dan consejos, me piden que le eche ganas y que no baje el ritmo ni la intensidad, ellos confían en mí y eso es alentador, porque es un respaldo que te hace dar el extra”, expresó.
El hambre de trascender de Javier Eduardo López no quedó saciada con el hecho de haber debutado en Primera División, pues tal como un futbolista que se encuentra dando sus primeros pasos en el escaparate profesional más importante de su rubro desea afianzarse como un elemento clave en la historia del equipo más popular del país.
“Es lo que cualquier jugador joven sueña en conseguir, primero ganarse un lugar y luego ser alguien importante en el club, para eso hay que echarle muchas ganas porque en este momento no he subido ni medio escalón de los 100 que tengo que lograr para consolidarme, tengo que seguir trabajando a tope para alcanzarlo”, sentenció.
De mirada firme y con seguridad de palabra, el mediocampista ve más allá de lo que actualmente vive en el conjunto tapatío y tiene muy claras sus metas para lo que viene de aquí, en lo que resta del actual Torneo de Clausura 2013, en adelante y no tiene reparo en aspirar a lo más alto posible.
“Espero poder participar en alguno de los partidos que quedan del certamen, sino pues darlo todo para calificar a la Liguilla con el equipo Sub 20 y que ahí observen mis ganas de jugar para que la próxima temporada tenga más opciones en el Primer Equipo, trabajo a diario para mantenerme aquí”, concluyó.
