Durante toda su vida, el futbol le ha servido a Héctor Reynoso para tener un crecimiento personal, pues para tener una trayectoria estable con Chivas en la Primera División pasó por distintos procesos que le ayudaron a forjar su carácter para afrontar de la mejor manera cualquier tipo de situación en el ámbito futbolístico.
El capitán del Rebaño disfruta la oportunidad de continuar dentro del ambiente futbolístico después de 18 años, de los cuales 12 han sido en el Primer Equipo del Guadalajara y espera conseguir más logros en el camino que aún le queda por recorrer con el conjunto tapatío.
La etapa amateur
Durante su etapa infantil y juvenil, el defensor rojiblanco disfrutó de jugar al futbol cada fin de semana con sus amigos, además de tener una etapa enfocada a la práctica del futbol rápido, en la cual competía contra jugadores mucho mayores que él y que le sirvió para forjar el carácter que ahora lo distingue.
“Cuando llego a Guadalajara, a los 10 años de edad, siempre jugué en la calle, en la colonia, con mis cuates del barrio, jugaba en canchitas de esas de básquetbol, que son como retas, empecé a crecer y me invitaron a jugar en equipos donde jugábamos en unidades deportivas en ligas amateurs, con canchas de tierra, donde jugaba los domingos.
“Después, a los 13 años, mi papá tuvo una cancha de futbol rápido, de las primeras que hubo en Guadalajara, entonces me enfoqué más al futbol rápido y ahí aprendí mucho, porque jugaba con puros mayores que yo, eran señores normalmente, que iban y daban todo por ganar los partidos, iban a ‘desestresarse’, había broncas, había de todo, ahí se forjó cierta parte de mi carácter. Siempre disfruté mucho que llegara el fin de semana para jugar futbol”.
El salto a Chivas
La consideración hecha por parte de un amigo de la familia, de que tenía las cualidades para formar parte de un club profesional, animó a Héctor Reynoso a hacer una prueba en Chivas a los 15 años de edad y aunque de inicio parecía que tenía que esperar algún tiempo para ser jugador de la institución rojiblanca, el registro no tardó en llegar.
“En esa cancha (de futbol rápido) un amigo de la familia, de mi papá, siempre me veía cualidades y me dijo que el conocía a ‘Paco’ Jara, del Campeonísimo, y me dijo que llegara un día a Verde Valle a decirle que venía por parte de él, pero era nada más como referencia, no era una recomendación de que llegas y te vas a quedar, era para que me escuchara y me pudiera ver uno o dos entrenamientos.
“Así llegue, en ese entonces había unas canchas a un lado de la Gran Plaza (en Avenida Vallarta), donde se entrenaba, lo busqué, me dio chance de entrenar, después por mi edad me mandaron a probarme con un equipo que venía siendo la categoría juvenil de Chivas, jugaba en Interclubes de Guadalajara.
“Me dijeron que me esperara un poco, que no iba a ser posible registrarme, que el equipo ya estaba completo, pero que podía seguir entrenando y buscar una oportunidad después; yo seguí insistiendo, entrenando, por casualidad o por destino un fin de semana me marca el ‘profe’ Herman Kelin, me dice ‘tráete ya tu acta y tus dos fotos, ya vas a quedar registrado’, como dato curioso ese día era cumpleaños de mi papá (5 de septiembre) por eso me acuerdo mucho, estaba muy contento de que ya iba a pertenecer a las Chivas”.
La vida fuera de casa
Aunque toda su carrera en la Primera División ha sido como jugador de Chivas, con la oportunidad de estar junto a su familia, Héctor Reynoso debió cumplir parte de su proceso de formación fuera de Guadalajara y aprovechar esa experiencia como parte del crecimiento personal.
“Empecé en la juvenil, me pasaron a la reserva regional, Segunda División y después a Primera A (ahora Ascenso MX) y estaba en Tijuana, que en ese entonces le habían cambiado de nombre a Nacional Tijuana, estaba ilusionado, yo quería seguir creciendo, pero esa etapa en la que dejé la casa, a mi familia, fue complicada, porque nunca lo había hecho.
“Más allá de que vas por tu sueño, con esa motivación, hubo momentos de flaqueza, donde se extraña (tu familia); era una casa para unos 15 compañeros, entre ellos (Miguel) Sabah, (Luis) Michel, Johnnie García, Alejandro Nava, (Edoardo) Isella, son de los que debutaron e hicieron carrera, pero había muchos más, fue una bonita experiencia, pero no fue tan lindo todo”.
La experiencia en el extranjero
Antes de debutar con Chivas, el central rojiblanco fue cedido seis meses a préstamo en el año 2000 al Grasshopper, de Suiza, donde supo que era capaz de superar todas las adversidades para alcanzar su sueño de ser futbolista profesional.
“Después de no jugar en Tijuana, el entrenador que me dio la oportunidad al registrarme en Chivas, se regresó a Suiza, se enteró que no tenía mucha participación y le propuso a la gente de la Promotora (en ese entonces administradora del equipo), que me prestaran para ir a jugar allá, al Grasshopper.
“Fue otra etapa bonita, ya había jugado un Mundial Sub 20 en Nigeria y eso me lo valoraban mucho, era el mexicano que acababa de jugar un Mundial juvenil; yo llegué a aprender, con el deseo de sobresalir, de buscar ser alguien en el futbol, pero fue complicado, hablan alemán en Zurich, además de francés e italiano, según la región.
“Tuve buenos entrenadores, compañeros que logré conocer del Primer Equipo como (Stephane) Chapuisat, mundialista del 94, como algunos otros más, conocí otra cultura, me conocí en adversidades, eso fue lo más importante, saber de qué estaba hecho, porque sí llegué a extrañar mucho, tenía carencias económicas, iba al día, pero la ilusión estaba ahí y después la experiencia pudo rendir frutos”.
El regreso a los estudios
En el camino para ser futbolista profesional, Héctor Reynoso interrumpió su preparación académica, pero hace un año volvió a vivir la experiencia de asistir a clases, al iniciar el curso de Director Técnico.
“Tuve que dejar la escuela, terminé la preparatoria. Hace como un año entré al ENDIT, donde dan el curso de entrenador, entrar a un aula no es nada sencillo después de tanto tiempo que no lo haces, sobre todo porque uno es medio inquieto, pero te adaptas, es interesante. En ese curso ves el futbol de otra forma, que uno como jugador no se da cuenta, creo que sí es muy útil”.
La evolución del futbol
Después de poco más de 12 años y medio como jugador de Primera División, el defensor del Guadalajara ha sido testigo de algunos cambios en el balompié, entre los que destaca una mayor apertura hacia los jóvenes dentro de un vestidor.
“En lo físico han cambiado las formas de entrenar, antes se corría un poco más sin balón en los trabajos físicos, hoy los entrenadores se preocupan por hacer el trabajo físico con balón y creo que eso es menos tedioso, creo que sí es diferente.
“En lo que sí ha cambiado mucho y a mí me tocó esa etapa es el trato de los jóvenes, en aquel entonces, por haber menos jóvenes era más complicado entrar a un vestidor, a mí me tocó esa etapa donde se le dio la oportunidad a los jóvenes para llegar preparados.
“Hoy en el vestidor de Chivas la mayoría son jóvenes, la minoría somos los grandes y eso es lo que ha cambiado, los jóvenes llegan con muchos argumentos futbolísticos, sicológicos, de preparación escolar que ha sido forjados aquí en Chivas, eso les ayuda a tener un panorama amplio, con una mentalidad fuerte”.
El mejor estado físico
Aunque es común escuchar que conforme avanza la carrera de un defensa, éste adapta su estilo de juego para que sea más técnico que físico, Héctor Reynoso manifestó que en el futbol actual es necesario estar en las mejores condiciones para cumplir con su función.
“Nunca puedes dejar de correr y menos en el futbol actual, tal vez moderas, tus recorridos intensos ya son muy específicos, los puedes hacer muchas veces e igual te da (la resistencia física), aprendes a moderar y tratas de tener los tiempos en un partido, aparte de que llevas la responsabilidad de ayudar a tus compañeros con tu voz, pero debes estar al parejo de tus compañeros, no puedes deber nada en ese aspecto, no tienes el derecho de hacer eso”.
El momento actual
Cerca de cumplir 33 años de edad y con 18 años de estar dentro del ambiente futbolístico, el capitán de las Chivas disfruta mucho poder continuar su trayectoria en el equipo más popular de México.
“Llegué a visualizar este momento en mi carrera futbolística y creo que lo que debo hacer es disfrutarlo mucho, hay situaciones que te va poniendo el futbol, la vida, pero que hay que enfrentarlas con todo eso que vas aprendiendo, entonces hoy estoy disfrutando mucho a mis compañeros, a mi familia, el poder estar aquí en Chivas. Lo disfruto desde que me despierto, más allá de lo que haya en contra, de lo que haya que resolver, son cosas bonitas que quiero disfrutarlas al máximo”.
