Su fuerza es rojiblanca

En ocasiones la vida pone pruebas difíciles, pero en el caso de Miguel García, un joven de 21 años que nació con parálisis cerebral, la sonrisa que lo acompaña a todas partes,  que ha sido su inseparable compañera y que ilumina su rostro y la vida de sus seres queridos, tuvo este viernes un motivo para permanecer por mucho tiempo más, pues por fin pudo cumplir su ilusión de conocer a los jugadores del Rebaño Sagrado.

La afición de Miguel por los colores rojiblancos le viene desde muy pequeño, y aunque no puede articular palabras, se da a entender muy bien con gestos y movimientos de sus manos; cuenta su papá, el señor Mario Alberto García, que el joven se ha llegado a caer de la silla de ruedas al momento de festejar los goles de Chivas por la gran emoción que muestra cuando ve los partidos por televisión.

Desde hace días fue enterado que este viernes visitaría las instalaciones de Verde Valle y desde que supo que su sueño de conocer a los jugadores del Guadalajara sería realidad, su emoción fue en aumento y su ansiedad la demostró con su singular sonrisa que contagiaba todos a su alrededor.

Miguel llegó a las instalaciones de Verde Valle poco después de la 11:00 de la mañana, pues primero tuvo que cumplir con su rehabilitación que recibe en CIRIAC, y desde su arribo su cara se pintó nuevamente con esa especial sonrisa, cuando fue ubicado a un costado de la cancha Fausto Prieto para esperar a los jugadores; Miguel se movía inquieto por las ansias de estar cerca de sus ídolos.

El primero en salir y acercarse a Miguel fue el capitán Omar Bravo quien amablemente le firmó su playera rojiblanca y se tomó la foto del recuerdo; uno a uno los jugadores del Rebaño se acercaron con entusiasmo al joven visitante saludándolo con efusividad, y a medida que recibía una firma o un saludo el semblante de Miguel mostró agradecimiento y emoción con su cada vez más grande sonrisa.

Luego de obtener todas las firmas de los jugadores y de que algunos de ellos le dirigieron una palabras, el joven visitante quedó quieto, como tratando de asimilar el momento que vivió y que lo motiva a seguir adelante, en su incansable lucha por lograr una mejor calidad de vida.