Como era de esperarse, la gran familia rojiblanca no dudó en hacer lo posible, y hasta pasar la noche en velo, para intentar asegurar su lugar para el partido de Vuelta de las Semifinales del Torneo de Clausura 2015 entre el Guadalajara y el Santos Laguna del próximo domingo a las siete de la noche en el Estadio Omnilife, pues desde antes de las siete de la mañana cientos de personas acudieron a la casa del Rebaño Sagrado para adquirir sus entradas.
Incluso hubo alrededor de 30 personas que no escatimaron en tiempo y desde anoche se dieron cita en las inmediaciones del inmueble para ser los primeros en la línea y no quedarse fuera del partido que definirá a uno de los equipos que disputarán el título del balompié nacional. Cerca de las 7:30 de la mañana los elementos de seguridad del estadio comenzaron a pasar a las decenas de seguidores de Chivas que aguardaban pacientes por el acceso de la calle Ayamonte hacia la taquilla, donde formaron una fila para hacer más fluida la venta.
Poco a poco la hilera humana fue incrementando su longitud e incluso llegó hasta la entrada principal al Estadio Omnilife, pero la buena organización que hubo entre el personal del recinto rojiblanco y la disposición de la concurrencia para agilizar la compra de entradas caracterizó la venta de boletos desde que se abrieron las seis ventanillas disponibles en punto de las 10 de la mañana de este jueves.
Historias sobre el origen de los formados en la línea de las taquillas, muchas y diversas. Desde la esposa que le hizo el favor a su marido de ir a comprar sus entradas porque no le dieron permiso en el trabajo para ausentarse unas horas con tal de obtener sus tickets para el partido, pasando por los jóvenes que se volaron las clases del día o incluso quienes hasta a su mascota se trajeron para no dejarla sola en casa por un lapso prolongado de tiempo para evitar que hicieran travesuras, hasta aquellos que vinieron desde lejos para poder asegurar su lugar para apoyar a su Rebaño.
Tal fue el caso de Jorge, un fiel seguidor rojiblanco originario de Tepic, quien desde las cuatro de la mañana de la hora local (cinco de la mañana TCM) abordó la camioneta que utiliza para desempeñar su trabajo para recorrer los 210 kilómetros que separan a las capitales de los estados de Nayarit y Jalisco con la firme ilusión de conseguir sus boletos para apoyar a sus amadas Chivas en busca del pase a la Final del Torneo de Clausura 2015.
"Era un partido que no me podía perder, le voy al Guadalajara desde que era muy pequeño, mi papá me enseñó a ser Chiva y aquí estamos, la verdad es que no sabíamos si alcanzaríamos entradas por el hecho de no estar aquí en la ciudad y venir desde Tepic, pero eso no nos impidió venirnos desde 'tempranito' para formarnos.
"Le dije a mi cuñado que se viniera conmigo por cualquier cosa que se pudiera ofrecer, así que aquí andamos, felices ya con nuestras entradas para el domingo después de haber estado en la línea como cuatro horas, mi esposa se va a poner bien contenta porque ella también es bien Chivas, ahora sí que llegaré a casa con la 'sorpresota' de que el fin de semana vendremos al encuentro en el que sé que le vamos a ganar a Santos, ¡vamos Chivas sí se puede!", explicó Jorge, un repartidor de agua en la capital nayarita.
Así como este par de fieles seguidores del conjunto más mexicano y popular del país, entre los miles que acudieron al Estadio Omnilife y a los diferentes puntos de venta alrededor de la Zona Metropolitana de la Perla de Occidente hay cientos como ellos que también hicieron algún sacrificio en su vida cotidiana, con su tiempo o sus familias o responsabilidades diarias, con tal de no dejar de ser parte de un cotejo que puede ser histórico para el Rebaño Sagrado en caso de salir con la victoria y avanzar a la Gran Final del Torneo de Clausura 2015 de la Liga Bancomer MX.
