Con el primer título del Futbol Mexicano que obtuvo el Guadalajara en la Temporada 1956-57 al vencer con una solitaria anotación de Salvador ‘Chava’ Reyes al Irapuato en la cancha del Estadio Felipe Martínez Sandoval (Parque Oblatos), quedaron sepultados los momentos de frustración que acompañaron al Rebaño Sagrado en la era del ‘Ya merito’, y nacio la época dorada de triunfos y títulos con el equipo que posteriromente fue reconocido como el ‘Campeonísimo’. Hoy se conmemoran 59 años de este importante logro para la institución rojiblanca.
Luego de 14 años desde la formación de la Liga Mayor de Futbol en México en 1943, en la que estuvieron muy cerca de coronarse en las Temporadas de 1951-52, en la 1954-55, en la que se quedaron con el Subcampeonato, el 3 de enero de 1957 Guadalajara escribió con letras de oro su nombre al ganar su primer título de Liga con una generación de futbolistas que conseguirían siete títulos entre 1957 y 1965 para convertir al Rebaño Sagrado en el máximo ganador del balompié nacional.
Llegar a ese momento significó mucho para los discípulos del timonel uruguayo Donald Ross, quien en la semana previa al crucial duelo ante la Trinca ideó toda una estrategia para liberar a sus hombres de la presión por ganar el título: Llevó a su escuadra hacía Puerto Vallarta, a una inusual por ese entonces, concentración para realizar sus entrenamientos y mantener a su escuadra avante en su imperturbable objetivo de ser Campeones.
“El día en que Guadalajara no durmió” cuentan las crónicas de antaño, pues el festejo por el primer campeonato de las Chivas duró más de 24 horas. La celebración más que merecida, la elaboración de la bebida popular por aquella época con refresco, tequila, aguardiente, naranja y manzana para el brindis en las ollas de barro abundaron en el antiguo Club Guadalara para gritar a los cuatro vientos por primera vez: “Chivas Campeón del Futbol Mexicano”.
Las cifras de ese campeonato fueron extraordinarias: 47 goles en 24 partidos, sólo 22 recibidos y Crescencio “Mellone” Gutiérrez campeón goleador con 19 dianas. La historia del Campeonísimo empezaba, una revolución de gloria y alegría plasmaría en letras de oro el nombre de sus integrantes y la esencia de once mexicanos sobre el terreno de juego generaría respeto en todos los rivales.
Donald Ross, estratega uruguayo, fue el hombre que desde el banquillo tuvo a una de las oncenas más exitosas de la historia: Jaime “Tubo” Gómez, Pedro “Chato” Nuño, Guillermo “Tigre” Sepúlveda, José “Jamaicón” Villegas, Juan “Bigotón” Jasso, Francisco “Panchito” Flores, Isidoro “Chololo” Díaz, Salvador “Chava” Reyes, Crescencio “Mellone” Gutiérrez, Sabás Ponce y Raúl “Pina” Arellano; desde la banca apoyaron Ángel Vázquez con 14 juegos jugados, Tomás Balcázar con 4 y Sergio Pacheco Otero con 2.