Poco a poco la explanada del Estadio Omnilife fue cobrando vida, los seguidores del Rebaño Sagrado llegaron por cualquier medio, en automóvil, en el transporte gratuito que proporcionó el club Guadalajara, algunos en bicicleta, otros más caminando, pero adultos, jóvenes, niños, parejas, personas de la tercera edad y familias enteras acudieron al llamado del Guadalajara para la celebración organizada justo para ellos, el Día del Aficionado.
Con mucho orden desde que arribaron a las afueras de la Fortaleza Rojiblanca, los aficionados buscaron su lugar haciendo varias filas para ingresar al inmueble, mientras que algunos grupos de jóvenes se divirtieron en los jardines aledaños a la explanada en los juegos de feria que fueron instalados frente a la fuente central del estadio, entre canicas, dardos, la tradicional lotería, el basquetbol, pesca de botellas, que hicieron recordar esas inigualables fiestas mexicanas.
Mientras tanto, otras personas degustaron una de las seis mil tortas ahogadas, antojito típico de Guadalajara, que se obsequiaron a los asistentes al evento, y que fueron de su total agrado, pues algunos tuvieron el hambre y la paciencia para volverse a formar en la larguísima cola que se conformó para recibir este platillo tapatío.
Posteriormente y minutos antes de las cinco de la tarde, todos tomaron sus lugares para dar inicio a la Santa Misa que ofició el Cardenal Francisco Robles Ortega desde la cancha del inmueble rojiblanco ante cerca de cinco mil aficionados que respetuosamente acompañaron al Rebaño Sagrado en este acto litúrgico.
Al concluir la celebración eucarística, hubo una firma de autógrafos en las que estuvieron presentes los exjugadores Manuel Martínez, Ignacio Vázquez y Ramón Morales, además de los jugadores del Primer Equipo rojiblanco Oswaldo Alanís, Rodolfo Cota, David Ramírez, Carlos Villanueva y Antonio Granados, quienes amablemente atendieron a los cientos de seguidores del conjunto rojiblanco.
Además, la Fundación Jorge Vergara tuvo como invitados a pequeños de la Casa Hogar Villas Miravalle, otros integrantes del Programa de Proximidad DARE Zapotlanejo, y muchos más de las asociaciones La Próxima Frontera y Villa de los Niños, en total 550 niños que tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia como esta con los jugadores del plantel rojiblanco.
Y para finalizar este emotivo evento, no podía ser de otra forma que con el mexicanísimo mariachi, que puso el ambiente con las tradicionales canciones que fueron coreadas con mucho sentimiento por los asistentes, con lo que el Día del Aficionado cerró con broche de oro.
