La historia de Matías Almeyda al frente del Guadalajara inició justo un 20 de septiembre en un partido contra Querétaro en el Estadio Chivas. Cuando la situación apremiaba por la cuestión porcentual, el estratega argentino llegó al Rebaño Sagrado con la plena convicción de levantar al ‘gigante’ del balompié nacional y aquella tarde en 2015 comenzó con el pie derecho una trayectoria que hoy tiene al conjunto tapatío como Campeón de Liga y de Copa, con un total de 4 trofeos obtenidos en dos años como entrenador del equipo más representativo y popular del país.
En dicho cotejo, la escuadra rojiblanca lució mucha vocación ofensiva desde el silbatazo inicial y fue incisiva al frente. La recompensa llegó al 21’ cuando Jorge Enríquez tomó el balón en medio campo y mandó un trazo largo para que Carlos Fierro llegara a línea de fondo por derecha y metiera un centro a primer poste en busca de Omar Bravo, pero Víctor Milke en su intento por cortar la jugada empujó el esférico hacia sus propias redes.
El Rebaño no dejó de atacar y fue hasta el segundo tiempo que pudo reflejar su superioridad futbolística en el electrónico de nueva cuenta, ya que al 56’ Fierro se escapó por la parcela derecha y envió un servicio pasado, en el que el capitán Bravo se levantó para rematar el esférico con la cabeza y mandarlo al poste contrario lejos del alcance de Tiago Volpi, lo cual significó en aquel entonces su gol número 127 en la Liga con la camiseta de Chivas.
Parecía que los pupilos de Almeyda tenían controlado al equipo emplumado, pero una roja directa a Marco Fabián al 73’ reavivó a los visitantes, que pudieron encontrar el tanto de la honra al 79’ en un cobro de tiro libre en tres cuartos de cancha en el que Yerson Candelo mandó un trazo al corazón del área y Milke conectó la redonda con la cabeza para ponerle cifras definitivas al marcador.
¿Sabías qué...?
- Ese fue el primer triunfo de los 3 en fila que Matías Almeyda sumó con Chivas en la Liga MX tras su debut, incluido el Clásico Nacional.