La celebración del Día del Abuelo en México este 28 de agosto es un pretexto ideal para recordar a un par de hombres que no sólo colaboraron a labrar el nombre del Guadalajara con letras de oro dentro de la historia del futbol mexicano, sino que también se convirtieron en las cabezas de un par de familias de estirpe 100 por ciento rojiblanca y cuyos nietos también ayudaron a que el equipo más mexicano, popular y representativo del país lograra grandes éxitos.
Tomás Balcázar y Raúl ‘Pina’ Arellano fueron parte de la camada más gloriosa en el existir del Rebaño Sagrado, ya que fueron parte del ‘Campeonísimo’, aquel cuadro que consiguió 8 títulos de Liga entre 1956 y 1970. Tomás Balcázar consiguió como jugador el primero de dichos trofeos y después como auxiliar del Ingeniero Javier de la Torre fueron otros 5, mientras que Raúl Arellano estuvo presente en 6 de dichas conquistas en el campeonato nacional.
Como era de esperarse, esa pasión por el futbol y por el conjunto más querido de México la heredaron a sus respectivas descendencias. En el caso de Don Tomás, su hija Silvia Balcázar se casó con Javier Hernández Gutiérrez, quien jugó en Tecos, Morelia y Puebla, fue Mundialista en México 86 y además entrenador de la Segunda División de Chivas en 2009-2010, y de ese matrimonio nació Javier Hernández Balcázar, mejor conocido como ‘Chicharito’, uno de los principales referentes rojiblancos de los últimos tiempos.
El ‘Chicharito’, quien llegó a las Fuerzas Básicas del Guadalajara a los 9 años de edad, debutó en Primera División con gol incluido en la J7 del AP06 frente a Necaxa y por ende fue parte del plantel que ganó el campeonato de Liga ese mismo semestre. Después, volvió a darle a las vitrinas del club un título de goleo individual al ganarlo en el B2010 con 10 tantos en sólo 11 partidos. Al terminar ese certamen, el club firmó su traspaso al Manchester United y de ahí en adelante ha marcado más de 100 goles en competencias oficiales de la UEFA entre el Manchester, el Real Madrid, el Bayer Leverkusen y el West Ham, además de que ha sido 3 veces Mundialista y es el máximo goleador en la historia de la Selección Nacional.
Por otro lado, Raúl ‘Pina’ Arellano heredó directamente la estirpe rojiblanca, ya que su hijo Omar Arellano Nuño se formó en Chivas y debutó en el máximo circuito con la escuadra tapatía en el Torneo Prode 85, además de que fue Campeón de Liga en la campaña 1986-87, y jugó con el Rebaño hasta el curso 1995-96 para después militar en Tigres, León y Pachuca. Su carrera como entrenador también ha estado ligada al Guadalajara, ya que ha sido director técnico y auxiliar en el Primer Equipo y actualmente es el estratega del representativo de Segunda División.
El tercer elemento de esa dinastía es Omar Arellano Riverón, quien tras debutar en Primera con el Pachuca se integró al Chiverío en el AP07 y se mantuvo en el redil hasta el AP12, periodo en el que anotó 18 goles en la Liga MX, varios de ellos en Clásicos frente al América, y fue parte del equipo revelación del continente que logró el Subcampeonato de la Copa Libertadores de 2010, en cuya Final enfrentó al Inter de Porto Alegre. El delantero, que actualmente juega con el Herediano de Costa Rica, ha aparecido como analista invitado en las transmisiones de Chivas TV.
El dato rojiblanco…
- Otro orgulloso abuelo rojiblanco que también tuvo un nieto que formó parte del Rebaño Sagrado es Miguel Salcedo Bueno, quien jugó en el equipo a principios de la década de los 50 y fue compañero del Ingeniero Javier de la Torre. Posteriormente, Carlos Salcedo Hernández, quien debutó en Primera en Estados Unidos con el Real Salt Lake, se incorporó al Guadalajara en el CL15 y vistió la camiseta más importante de México durante 2 años, en los cuales ganó una Copa MX y una Supercopa MX, antes de ser cedido a la Fiorentina de Italia; actualmente milita en el Eintracht Frankfurt, cuadro con el que ganó la Copa de Alemania, y fue Mundialista en Rusia 2018.