Han pasado ya más de 3 décadas y la hazaña continúa vigente en la memoria de la Nación Rojiblanca, sobre todo en la de los casi 60 mil ChivaHermanos que la presenciaron en el Monumental Estadio Jalisco, ya que un 7 de junio, pero de 1987, el Guadalajara acabó con la sequía de 17 años sin título y tras golear a Cruz Azul por 3-0 (4-2 global) en la Gran Final se alzó con el trofeo de Campeón de la Temporada 1986-87, el noveno cetro de Liga en su historia.
De la mano de Alberto Guerra, Chivas concluyó la campaña como líder indiscutible con 69 unidades y llegó a la serie definitiva tras dar cuenta del Monterrey por global de 4-3 en los Cuartos de Final y luego de superar con cierta comodidad a La Franja del Puebla por global de 4-0 en Semifinales.
La Maquina, que culminó en el tercer sitio de la clasificación con 59 puntos, llegó a la disputa por el título con mayor dificultad, ya que batalló para eliminar a Tecos en Cuartos al igualar a 2 tantos en el global y pasar a la siguiente ronda por su mejor ubicación en la tabla, y después doblegó al Morelia por global de 4-3 en la antesala de la Final.
El primer capítulo de la disputa entre tapatíos y capitalinos fue por demás emotivo, pues cuando parecía que el Rebaño Sagrado sacaría la igualada a 1 del Estadio Azteca, José Juan Morales inclinó la balanza a favor de los Cementeros a tan sólo 3 minutos del silbatazo final, lo cual fue posible en buena medida gracias a la notable actuación de su arquero Pablo Larios; la otra anotación local la hizo Ignacio Flores al 9’, mientras que Antonio ‘Cadaver’ Valdéz descontó por los rojiblancos al 28’.
Para el duelo definitivo, la Nación Rojiblanca hizo su parte y abarrotó desde muy temprano las gradas del Coloso de la Calzada Independencia, donde la ilusión por ver de nueva cuenta Campeón al equipo más querido de nuestro país fue determinante para que Chivas ejecutara la hazaña de regresar en el marcador. Aunque para este duelo la oncena tapatía no pudo contar con Benjamín Galindo por lesión, Omar Arellano entró al quite y respondió con creces a esta oportunidad inigualable.
El Guadalajara se apegó a sus raíces y saltó a la grama con el ímpetu y la determinación necesarios para imponer condiciones desde el inicio del encuentro, lo cual le permitió desplegar el futbol ágil y con buen toque de balón que lo caracterizó durante toda la temporada, mientras que Cruz Azul se replegó pacientemente para intentar conservar su ventaja y aprovechar algún error del rival para sentenciar el trámite del cotejo.
Al 29’ Fernando Quirarte apareció sin marca dentro del área y con un certero remate de cabeza, imposible para Larios, igualó a 2 los cartones del marcador global, con lo cual el Estadio Jalisco se convirtió en una auténtica sucursal del manicomio. Dicha diana mató anímicamente a los jugadores celestes, pues de ahí en adelante no pudieron contener la vehemencia mostrada por los elementos rojiblancos.
Chivas no tardó en consumar la voltereta en el global, pues apenas al primer minuto del complemento Concepción ‘Concho’ Rodríguez escapó a velocidad por la banda izquierda y centró a segundo poste en busca de Eduardo ‘Yayo’ de la Torre, quien controló la esférica en los linderos del área chica y con un cañonazo marcó el segundo de la tarde.
La afición jugó su partido y con el grito de ‘Chivas, Chivas’ impulsó al Rebaño a ir de una vez por todas por el tanto que definiera la serie y al 55’ el mismo ‘Yayo’ aprovechó un rebote dentro del área para definir de bote pronto con un zurdazo y sellar el triunfo del Guadalajara por 3-0, que así terminó con la sequía de 17 años sin título y se proclamó Campeón del Futbol Mexicano por novena ocasión en su historia.