Durante 50 años el Estadio Jalisco fue el escenario del Clásico de México en Guadalajara, pero en el 2011 la máxima rivalidad de nuestro balompié se jugó por primera vez en un recinto acorde a la importancia del partido que divide futbolísticamente a nuestro país.
Fue un 10 de abril cuando la entonces nueva casa de las Chivas se vistió de gala para recibir su primer enfrentamiento entre los máximos antagonistas de la Liga MX, en actividad de la fecha 13 del Clausura 2011. El Rebaño se presentó a la histórica cita con una racha de 4 partidos sin conocer la derrota, dos de ellos triunfos de manera consecutiva, mientras que las Águilas marchaban con una irregularidad muy marcada.
La tendencia no tardó en reflejarse en el marcador, ya que al 27’ el Guadalajara estrenó el electrónico por conducto del ‘Cubo’ Torres, que se anticipó en el área a Diego Cervantes para batir a Guillermo Ochoa con un cabezazo que envió al fondo de las redes.
El duelo tomó tintes de goleada en el complemento gracias a un doblete de Marco Fabián, que al 72’ se sacó un golazo de la chistera con un zurdazo que clavó en la escuadra izquierda y siete minutos después puso números definitivos, con un remate de cabeza a un servicio con toda la ventaja desde la izquierda de Omar Arellano.