Estamos a unos cuantos días de que arranque el Apertura 2023 para el Guadalajara y este torneo no será para nada sencillo. Más allá del nivel futbolístico, las expectativas que genera Chivas son totalmente opuestas a las que había el semestre anterior.
El Rebaño llegará este semestre no sólo como el actual Subcampeón, sino como un equipo al que el resto de los clubes ven como el rival a vencer por historia, grandeza, afición y, sobre todo, por la estructura y el progreso que mostró en su idea de juego durante el Clausura 2023.
La llegada de Fernando Hierro y Veljko Paunovic generó muchos cuestionamientos, que hasta cierto punto eran normales, aunque desde su llegada ambos fueron muy claros: “Con trabajo y esfuerzo buscaremos potenciar a cada jugador para así formar un equipo muy competitivo”.
La misión era muy clara y creo que se logró. Muchos jugadores alcanzaron, quizá, el mejor nivel de su carrera al ser utilizados en el rol donde más destacan, aún si nunca lo habían desempeñado, y con tareas muy específicas ayudaron a fortalecer el modelo de juego del Rebaño.
Fuera de cualquier resultado, es sorprendente el desarrollo y crecimiento que tuvo el equipo en tan poco tiempo. Veljko Paunovic potenció a todos, creo a un conjunto capaz de presionar en campo rival, con buena fluidez en el último tercio, dominante en táctica fija y capaz de plantarle cara a cualquiera.
Ante los ojos de todos, hoy Chivas tiene una estructura clara y ordenada. Hoy se sabe a lo que se quiere jugar, las vías de ataque son muy notorias y sumamente trabajadas. Porque sí, quizá Chivas perdió una final, pero a lo largo de ese semestre construyó muchas cosas que a la larga darán frutos.
Hoy el Guadalajara es un equipo fuerte, que volvió y volverá a ilusionar. Así son las Chivas de Pauno. Confíen, que la 13 llegará.