Las canchas no podrán olvidar la leyenda Benjamín Galindo Marentes, un jugador que siempre se distinguió por la elegancia y la clase que mostró dentro del terreno de juego. No hubo necesidad de quebrarse la cabeza para apodarlo el ‘Maestro’, ya que en cada partido impartió una auténtica ‘masterclass’ con el balón.
En el marco del Cruz Azul vs Chivas de este sábado, correspondiente a la Jornada 10 del Clausura 2024, recordamos con mucho cariño a uno de los pocos futbolistas que ha hecho historia con ambas camisetas, tanto en la cancha como en el banquillo.
El ‘Maestro’ maravilló desde sus inicios en Tampico, ya que cada pelota parada se convertía en auténtico peligro si Galindo la acomodaba, no solo por su privilegiado golpeo, también porque nunca se sabía con qué perfil iba a patear: era igual de bueno con la derecha que con la zurda.
Se puso la camiseta del Guadalajara por primera vez en 1986, temporada en la que curiosamente vencieron al Cruz Azul en la Gran Final por global de 4-2, en lo que significó su primer título de Liga y el noveno para el club. Fueron 8 años en total en los que la afición rojiblanca se rendía a él cada que la profunda voz del Estadio Jalisco anunciaba “¡Con el número 58, el ‘Maestro’ Benjamín Galindo!”.
Pasó a la Laguna para conquistar un título más y después recaló justo en La Noria. Vestido de Celeste, se encumbró en la historia cementera como parte importante del equipo que logró acabar con la sequía de 17 años sin título en la institución al levantar el trofeo del Invierno 97.
Un fugaz paso por Pachuca precedió a su tan ansiado regreso al Guadalajara, donde cerró su carrera como jugador como debía de ser en el 2001: rodeado del cariño de cada uno de los ChivaHermanos que le reconocieron sus 296 partidos y 78 goles con la casaca rojiblanca.
Poco tiempo pasó antes de verlo nuevamente ligado al equipo donde más brilló, pero ahora desde el área técnica, ya que fungió como auxiliar de Hans Westerhof en 2004 y posteriormente asumió como entrenador de las Chivas. Bajo su tutela, el Guadalajara alcanzó las Semifinales de la Copa Libertadores 2005 al dejar en el camino a equipos de la talla de Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro. Vivió una segunda etapa en Verde Valle, entre el Clausura y el Apertura 2013.
El Apertura 2008 cerró su ciclo con la Máquina, pues después de fungir como auxiliar, tomó las riendas del equipo por dos torneos.