Lesión inoportuna

Salió el pasado domingo de la Ciudad de Reynosa, Tamaulipas, con la ilusión de formar parte de Sangre Nueva Chivas Bimbo 2010, para así, hacer realidad el sueño de toda su vida, formar parte del Club Deportivo Guadalajara.

Consciente estuvo en todo momento que no sería fácil y menos con una lesión en el muslo de su pierna izquierda, la cual arrastraba semanas atrás, pero ante todo ello, Erick Rodríguez, joven jugador de la categoría 1994, buscó con fuerza y a pesar de su propio estado de salud, luchar por su mayor anhelo, ser parte de las Fuerzas Básicas del Rebaño.

Durante la primera práctica del día, el joven tamaulipeco mostró lo mejor de su repertorio futbolístico, realizó los ejercicios de coordinación sin contratiempos, pensó entonces que la lesión cedería para la dura prueba futbolística y que el sueño de formar parte de Chivas se podría cumplir, para así hacer que el viaje valiera la pena.

Sin embargo, durante el ejercicio a espacios reducidos, un arranque de velocidad en disputa por el balón generó que la molestia regresara, la pierna izquierda se paralizó por un momento, por lo que tuvo que ser atendido por el doctor de cancha de Sangre Nueva Chivas Bimbo 2010, ante la mirada preocupada de los sus padres.          

“En la mañana me sentía tranquilo, en una parte del entrenamiento hice un esfuerzo de más y se me paralizó la pierna, ya no pude entrenar, tuve que ir con el doctor, vine y di mí mayor esfuerzo buscando quedarme en Chivas, pero mi problema físico no me lo permitió, sé qué venía algo mal, pero vine a dar mi mayor esfuerzo”, indicó el novel jugador.

Al pesar del diagnostico médico y al conocer que el desgarre de su pierna izquierda le había jugado una mala pasada, Erick no se puso triste, regresó al campo de entrenamiento y se jugó su sueño, ya que con mucho esfuerzo pudo terminar el entrenamiento.

En el hotel recibió la mala noticia, el dolor siguió aumentando y el médico le impidió por completo realizar la última etapa de visoria, el encuentro interescuadras, situación que terminó por diluir la ilusión de formar parte del Guadalajara. Asistiría después a las instalaciones de Chivas Chapalita, pero no para jugar, ya que al descender del autobús vestido con su pantalón de mezclilla y su mochila colgada del hombro, sin palabra alguna, sus padres entendieron que no seguiría.  

“Después de que me revisó el Doctor yo intenté seguir, volví al entrenamiento, noté que ya no podía y desafortunadamente tuve que renunciar, me voy molesto porque no pude terminar, voy a seguir entrenando para poder venir el próximo año. Mis padres reaccionaron un poco decepcionados, creo que ellos lo pueden entender, no podía arriesgarme más, capaz que ya no podría volver a jugar, entonces tengo aliviarme y volver a empezar otra vez”, finalizó Erick Rodríguez.