Conoció el futbol en las modestas canchas de tierra del “Oratorio” enclavado en el popular barrio de Santa Teresita en Guadalajara. El ambiente del lugar invita a enamorarse de este deporte, partidos simultáneos, buenos futbolistas con historias de vida para contar, familias enteras que acuden al apoyo de los suyos en los clásicos domingos soleados tapatíos después de la obligada visita a misa.
Desde jovencito fácil para la amistad, Javier Ledesma se rodeó de muchos amigos, mismos con los que llegó a conformar equipos completos para jugar en las ligas internas que conformaban la actividad futbolística en el lugar de sus inicios.
El buen humor siempre ha sido un sello a lo largo de su vida, nunca impregnó de mala vibra a sus amigos dentro y fuera de la cancha, mucho menos al balón. Los días como jugador amateur llegaron a su fin el día que llegó al club de sus amores, las Chivas Rayadas del Guadalajara, institución a la que llegó armado tal vez con el sobrenombre con el que lo bautizó uno de sus amigos de la infancia: “Zully”.
A la hora de estar bajo los tres postes, Javier Ledesma exhibió de que estaba hecho, valentía, elasticidad, técnica y un carisma de los tamaños de su corazón, suficientes para ganarse a pulso la marca de ídolo del Rebaño en la ya lejana década de los 80´s .
Debutado en la Primera División del Futbol Mexicano por el “Tanque” uruguayo Carlos Miloc, Javier “Zully” Ledesma hizo recordar que el futbol es una diversión absoluta, al abandonar su cabaña para tomar el balón y jugar como un ‘libero’ siendo el primer guardameta en desarrollar tal ‘temeridad’ en el balompié azteca.
Campeón con sus Chivas en la Temporada 1986-87, Javier “Zully” Ledesma llegó para hacer huesos viejos en el Guadalajara, ídolo, referente, con su primógenito siguiendo sus pasos. Tras su retiro de las canchas en conjunto con Eduardo “Yayo” de la Torre fue el encargado de sembrar una de las semillas más importantes para el Club Deportivo Guadalajara: el Mundialito de Chivas, torneo formado para enfrentar entre si a la gran infinidad de equipos que poseía la Escuela de Futbol Chivas, de la cual el ex guardameta era encargado.
Han transcurrido 17 años, el “Mundialito” ha evolucionado, ahora llamado Copa Chivas se expandió más allá de la casa, es cuna de muchos buenos futbolistas mexicanos y extranjeros, de partidos para conservar en la memoria, de historias para contar, de un prestigio bien ganado que este viernes 09 de julio cierra inscrpciones para la edición 2010.
Sin intención o no, Javier “Zully” Ledesma quizá prentendió emular sus origenes y recrear un ambiente que invita a enmorarse del futbol, tal y como él lo hizo esos soleados días de domingo.
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